El único detenido como copartícipe del crimen de la adolescente argentina Lola Chomnalez, cometido en 2014 en el balneario uruguayo de Barra de Valizas, fue procesado este miércoles con prisión preventiva, informaron fuentes judiciales.
La medida fue adoptada durante la madrugada por la jueza subrogante de Rocha Rossana Ortega, quien al cumplirse 48 horas de la detención del sospechoso, identificado como Ángel Moreira Martínez, apodado «El Cachila», consideró que es coautor del delito de «homicidio agravado por alevosía».
«Hay elementos de convicción suficientes para amparar el petitorio fiscal en base a la prueba recolectada, que fue muy ardua y que consistió en pericias semiológicas, psiquiátricas, psicológicas y de Policía científica, además de más de cien declaraciones», informó la jueza en diálogo con canal 10 de Uruguay.
La magistrada explicó que los elementos analizados colocan al procesado en el rol de «coautor».
«El autor es el que ejecuta la acción de matar. No hay prueba de que esta persona dio muerte con sus propias manos a Lola, lo que sí tenemos es la convicción primaria de que coparticipó en el ilícito», añadió Ortega.
La jueza dijo que en el marco de la causa surgieron «recientemente» nuevas líneas de investigación que hay que seguir y, si bien se negó a dar detalles para no entorpecer la pesquisa, mencionó «una pericia» y «un testigo» de relevancia.
Tras detallar que para resolver el pedido de procesamiento de «El Cachila» realizado por el fiscal del caso, Jorge Vaz, debió analizar un expediente de «once piezas de 300 fojas cada una», Ortega explicó que el agravante de alevosía en el homicidio es por el estado de indefensión en el que se encontraba Lola.
«Es este caso, tratándose de un área remota, despoblada y agreste donde fue encontrada Lola, de alguna forma eso fue aprovechado por quienes coparticiparon en este crimen lamentable», indicó.
Finalmente, explicó que «la prueba de ADN no puede transformarse en una prueba excluyente y exclusiva pues no todos los partícipes en el homicidio dejan su rastro de sangre», en alusión a que el ahora procesado fue liberado en 2014 porque dio negativo el análisis genético comparativo que se le realizó.
Tras conocer el procesamiento, el fiscal Vaz dijo que está “muy conforme con la resolución porque es acorde a lo que surge del expediente” y que lo más relevante es que “la jueza lo sitúa (a Moreira Martínez) en la escena y lo imputa como copartícipe del homicidio”.
Detienen a un sospechoso por el crimen de la joven argentina Lola Chomnalez
“El presenció los hechos violentos porque Lola fue asesinada de forma violenta, ella no se desvaneció”, remarcó Vaz en alusión a lo que siempre declaró el sospechoso.
Consultado sobre cómo sigue la causa, sostuvo que “El Cachila” “sabe quién fue el autor o los autores” del crimen y en esa línea va a citar a más personas en los próximos días.
Según la requisitoria del fiscal, el imputado «estuvo presente antes, durante y después del homicidio” de la adolescente, a quien obligaron a salir de la playa con dirección a la zona boscosa detrás de los médanos, “probablemente con un móvil sexual”.
El hombre procesado admitió al ser indagado que se cruzó con la víctima en la playa el 28 de diciembre del 2014 y le ofreció «una estampita», pero que luego ella se sintió «mareada» y que al auxiliarla descubrió que «no tenía pulso», se asustó y se fue.
Vaz remarcó que uno de los puntos «más impactantes» del relato del acusado fue cuando dijo que la chica comenzó a sentirse mal y él la llevó hasta el bosque detrás de los médanos donde se sentaron bajo la sombra de un árbol: «Yo le pregunté qué tenía y me dijo que se sentía mareada. Ahí se sentó y cayó de rodillas».
De acuerdo al fiscal, este relato «es a todas luces ilógico y contrario, no solo a la evidencia que surge del cuerpo de la víctima, sino de la situación en sí».
Lola (14) viajó a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014 y se alojó en la casa de su madrina, Claudia Fernández, quien se encontraba junto a su esposo, Hernán Tuzinkevcih, y el hijo de éste.
Al día siguiente, la adolescente desapareció cuando salió a caminar por la playa y dos días después fue encontrada asesinada a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.
Mediante la autopsia se determinó que Lola murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo.