Roberto L., un joven que había sido denunciado 30 veces por su pareja por hechos de violencia de género (las cuales según la víctima, Carolina Z., nunca fueron atendidas por organismos oficiales) fue procesado por el Juzgado de Instrucción 5ª a cargo María Luisa Pérez Vara, quien además le dictó la prisión preventiva. A esta instancia se llegó luego de que a este hombre se le imputara el delito de “privación ilegítima de la libertad agravada por violencia y lesiones dolosas en concurso real”.
El 26 de julio de 2012 un hecho de violencia de género estremeció a la ciudad. Esa jornada, Carolina Z., de 25 años, dijo haber sido golpeada brutalmente por su pareja. La joven expuso su cara aún con secuelas de esa golpiza y parte de su cabeza vendada ante las cámaras fotográficas y de televisión para contar cómo fue agredida y denunciar que hasta ese entonces ya había realizado 30 denuncias en la comisaría de su barrio, pero ninguna fue atendida.
Aquel día Carolina Z. testimonió que Roberto L., su concubino, la había golpeado con un hierro en el rostro hasta dejarla inconciente. «Esta vez pensé que me mataba», confesó a El Ciudadano por entonces. Una de las marcas que con más elocuencia mostraban la dura agresión recibida se pudo observar en una de sus muñecas, la cual fue generada «con un destornillador caliente».
La joven fue atendida e internada en el Hospital Alberdi ese jueves de hace casi 11 meses, con numerosas contusiones y un fuerte traumatismo de cráneo, por lo que debieron aplicarle varios puntos de sutura.
En tanto, la mujer también relató el año pasado que su idea era dejar la ciudad por temor a nuevas agresiones y advirtió que no sólo la Policía no había hecho caso a sus denuncias, sino que tampoco la Justicia ni el Teléfono Verde la habían atendido.
Lo cierto es que luego del impacto mediático que generó la denuncia al poco tiempo Roberto L. fue finalmente detenido.
En tanto, en las últimas horas el tema trajo algunas novedades en los Tribunales provinciales.
El pasado jueves 13, Roberto L. fue procesado por la jueza Pérez Vara, pero no por la agresión que la había llevado al hospital 11 meses antes. La medida se dictó sobre otro hecho delictivo y de violencia acaecido sobre la misma joven pero en 2010.
Según se describe en el expediente de esta causa, Roberto L. interceptó el sábado 7 de agosto de 2010 por la noche a Carolina en una esquina de la localidad de San Lorenzo. Allí la subió a su vehículo, un Peugeot 405, y la golpeó con sus puños durante todo el trayecto hasta su domicilio. Una vez allí, comenzó a agredirla, primero, con un palo de escoba golpeándola en la espalda, estómago y la cabeza, para luego propinarle patadas en todo el cuerpo hasta desvanecerla. Tras eso, el muchacho la encerró en una habitación manifestándole de forma desafiante que “nadie la iba a poder encontrar” allí.
Sin embargo, lo más macabro, de acuerdo a lo que se describe en la causa, es la golpiza que Roberto L. le propinó a la víctima sobre sus dedos, con el fin de que no los pudiera utilizar para abrir el picaporte de la puerta –además atada con alambre– de la habitación donde la mantenía encerrada. Allí la mantuvo durante una semana, en la cual el agresor sólo le dio agua, pero nada para comer.
Con todo, Pérez Vara entendió que con los elementos colectados en esta causa el hecho que se le imputa a Roberto L. se encuentra de alguna forma acreditado y por eso lo procesó por “privación ilegítima de la libertad agravada por violencia y lesiones dolosas en concurso real”, a la vez que le dictó prisión preventiva.
En tanto, este procesamiento se suma a otros dos que pesan sobre Roberto L., en sendas causas en las que también se investigan hechos de violencia doméstica sobre la mujer, aunque esos casos se tramitan en juzgados correccionales.