Informe de Mariano Martín.- El juez federal Norberto Oyarbide dictó el procesamiento con prisión preventiva para los hermanos Sergio y Pablo Schoklender en la causa por presunta administración fraudulenta de fondos públicos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. El mismo procesamiento recayó sobre el contador Abraham Gotkin, uno de los socios de los Schoklender, que ya se encontraba detenido a disposición de la Justicia.
La Cámara de Casación había excarcelado a los hermanos pero ahora el juez los procesó por administración fraudulenta por lo que deberán volver a presión. Además dictó procesamientos contra varios imputados en una resolución de 1800 fojas.
Ayer, uno de los procesados Pablo Schoklender recusó a Oyarbide y pidió la nulidad de la investigación por el supuesto desvío de fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, al considerar que el magistrado incurrió en falta de imparcialidad.
Así lo hizo mediante un escrito de más de media docena de carillas, en el cual recusó al juez y pidió la nulidad de la causa desde el momento en que fue detenido en mayo del año pasado.
Oyarbide «dejó de ser imparcial» e «inclinó la balanza» a favor de la Fundación, querellante en la causa, indicó la defensa de Schoklender, quien ya se encuentra en libertad.
Para el abogado Pablo Slonimsqui, hubo una «pérdida de equilibrio» por parte del juez luego de haberlo indagado en mayo pasado y al haber ignorado «un sinnúmero de presentaciones» de la defensa, mientras que se expidió «con una celeridad asombrosa» los pedidos por la querella.
«La defensa tiene la sensación, basada en hechos objetivos, que lejos de integrar una instrucción completa, el juez está seleccionando únicamente aquellos elementos probatorios que, fuera de contexto, permiten sustentar la hipótesis de la querella», sostuvo el defensor.
En tanto, en una carta dirigida a los medios, Pablo Schoklender criticó directamente a Oyarbide por cierta «manipulación» de la información de la causa y por no citar a declarar a la titular de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
«¿Alguien puede creer que la señora que hace un mes se plantó frente a la Corte Suprema de Justicia, reivindicando su derecho -y su capacidad- de presionarla, era ajena a las decisiones que se tomaban en la Fundación que ella presidía?», sostuvo en referencia a las advertencias que hizo Bonafini en la puerta del Palacio de Tribunales ante un fallo adverso por la causa de la Ley de Medios.
Y en este sentido, agregó que si Bonafini «puede presionar a la Corte, parece claro que puede presionar a un juez de primera instancia, al que insólitamente, y solo mientras cumpla sus deseos, reivindica en público».
Pablo Schoklender también sostuvo que hay una «manipulación de la información que se deja trascender a la prensa, que no es sino consecuencia de los manejos que concretan en el expediente el juzgado en connivencia con la querella».
«Las medidas que pide la querella, se hacen inmediatamente. Las medidas que piden los defensores, se ignoran por completo», ejemplificó el menor de los hermanos.