La Justicia Federal de Rosario procesó este lunes al ex jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas Alejandro Miguel Druetta y al ex policía Juan Ángel Delmastro (condenado como miembro de la banda Los Monos) por liderar una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes cuando ambos cumplían funciones en la Policía de Santa Fe, entre 2007 y 2012, con la ayuda de Ignacio Actis Caporale, un joven que empezó a trabajar para ellos luego de su primera detención cuando apenas era un adolescente. El juez Marcelo Bailaque trabó embargos de 200 mil pesos sobre los bienes de cada ex policía y ordenó que continúen detenidos con prisión preventiva en una cárcel federal.
Druetta fue detenido el 12 de junio pasado en el marco de una causa que comenzó a investigar el fiscal federal Claudio Kishimoto junto a Diego Iglesias de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) en 2018. Esa pesquisa se desprendió de otra anterior, de 2013, que tiene a “Ojito” Actis Caporale como jefe de una banda narco (actualmente detenido en Ezeiza a la espera de ser juzgado) y a Druetta procesado en libertad como confabulador.
Ahora, ambos policías deberán ir a juicio como coautores de los delitos de “tráfico ilícito de estupefacientes, en el carácter de organizadores, en la modalidad de comercio agravado por la intervención de más de tres personas y por su calidad de funcionarios públicos encargados de la persecución de los delitos contemplados en la ley 23.737; falsedad ideológica en calidad de coautores (en cinco hechos) y falso testimonio en calidad de autores”.
Según el procesamiento de Bailaque, Druetta y Delmastro organizaban junto a Ojitos y otras personas “actividades ilícitas especialmente vinculadas al narcotráfico en las ciudades de Rosario y Villa Constitución” cuando ambos eran funcionarios policiales.
La banda funcionó desde el 5 de julio de 2007, fecha en que fue detenido por primera vez Ojitos en una plaza del centro rosarino vendiendo LSD, hasta el 26 de septiembre de 2012 cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó un departamento céntrico y secuestró drogas. Por esos días, Ojitos volvía junto a su novia de un viaje al extranjero y alertado de los operativos abandonó el vuelo en una escala de Lima, Perú. Continuó prófugo hasta diciembre de 2016 que lo atrapó la PSA en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires en una competencia automovilística.
Según los testimonios recolectados en la causa, Druetta decidía quién tenía que vender la droga, les entregaba la mercadería pero también exigía que entreguen estupefacientes a compradores para luego detenerlos y encausarlos a fin de ascender en su carrera policial. Los investigadores mencionaron al menos cinco causas que inició Druetta con ese tipo de maniobras oscuras, como falsos llamados anónimos o procedimientos de prevención, para detener a sospechosos que ya tenía marcados previamente. Algunas de esas personas juzgadas dijeron en audiencia que la droga “se las había plantado” Druetta.
En ese sentido el juez Bailaque expresa que Druetta y Delmastro (quien purga una condena con prisión domiciliaria a seis años y medio por contribuir con la banda Los Monos en el homicidio de la adolescente Lourdes Canteros) actuaron “en calidad de funcionarios de la Policía de Santa Fe impartiendo las directivas necesarias para desplegar y organizar diversas etapas relacionadas con la distribución onerosa de la droga, ya sea la obtención de los alcaloides, su guarda y su posterior comercialización”.
Para eso “desarrollaron maniobras delictivas vinculadas principalmente con el tráfico ilícito de estupefacientes” pero también “otras conductas de corte criminal orientadas a la realización de procedimientos de prevención, con información obtenida ilegalmente, en miras a consolidar falsamente su función policial y éxito profesional”, dice el procesamiento.
Prisión preventiva
Entre los argumentos del juez Bailaque en su resolución para que Druetta continúe detenido figura que hay más policías investigados y podría obstaculizar la pesquisa. En ese sentido afirma que la investigación que lleva adelante la Fiscalía con la Procunar “tiene a otras personas integrantes de la Fuerza policial” bajo la mira y que “en caso de que algunos de los imputados recuperara la libertad” podrían poner en peligro la investigación “como así también contar con mayores medios para sustraerse al proceso”.