Policiales

Malversación y encubrimiento

Procesaron a los ex jefes de las brigadas antidrogas de Esperanza y Coronda

La resolución del juez Reinaldo Rodríguez alcanza además a Matías Cosentini, ex agente en Las Colonias. Los tres seguirán presos. Se les trabó un embargo de dos millones de pesos. Los nexos con un narco local. El rol de un policía de la División Judiciales, que destruyó prueba sensible


El juez Reinaldo Rodríguez procesó este viernes a los ex responsables de las brigadas antinarcóticos de la AIC en Esperanza y Coronda, los subcomisarios Lucas Nos y Rubén David Moyano; y a un numerario de la primera de ellas, Matías Cosentini. El juez adoptó esa resolución  por considerarlos presuntos coautores del delito de malversación de caudales públicos, en concurso real con el de encubrimiento triplemente agravado, por ser el hecho precedente un delito especialmente grave, por actuar con ánimo de lucro y por ser funcionarios públicos, también en calidad de coautores penalmente responsables, ambas figuras en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, cada uno de ellos en calidad de autor. Además se trabó un embargo de 2 millones de pesos a cada uno de ellos, que continuarán en prisión preventiva.

Como reflejó el sitio Zona Critica hace 15 días, Nos y Cosentini fueron detenidos en el marco de una causa que estuvo a cargo del Fiscal Federal Gustavo Onel, a partir de una denuncia presentada el 14 de junio pasado por una persona cuya identidad se resguarda. El relato daba cuenta de la relación de un presunto narco local, de la capital santafesina, con numerarios de la división antinarcóticos de la AIC en Esperanza, concretamente se señalaba a Matías Cosentini, oriundo de Laguna Paiva, quien hasta hace poco estuvo en la Brigada a cargo del subcomisario Lucas Nos, quien también fue detenido a finales de julio.

Según pudo establecer la Fiscalía Federal Nro. 1, que tuvo delegada la pesquisa, Cosentini mantenía una relación espuria con una persona identificada como Daniel Carlos Segovia, quien se domiciliaba en calle Castelli al 4.300 de la capital provincial. El policía fue filmado en febrero pasado cuando se lo observó junto a Segovia en un auto oficial del Ministerio de Seguridad que estaba al servicio de la Brigada de Drogas de Esperanza. El video muestra al acusado de narco bajar del coche oficial con bolsas en un domicilio de la ciudad. La investigación constató que el auto oficial había sido retirado de la Brigada el 24 de febrero pasado y regresado 4 días más tarde, un tiempo que para los oficiales de la Policía Federal que investigan el hecho es «una enormidad», difícil de disimular. De acuerdo a lo que pudo reconstruir Zona Crítica, fueron cuatro  los videos que corroborarían las maniobras ilegales. El subcomisario Nos quedó en la mira porque se le atribuye responsabilidad funcional sobre el comportamiento ilegal endilgado a su subalterno.

Segovia estuvo prófugo de la justicia local y federal hasta el 8 de agosto pasado, cuando efectivos de la Prefectura Naval lo detuvieron en el Edificio Terrazas II sobre la Avenida Alem.

El 14 de mayo pasado la policía local fue a buscarlo a su casa del norte de la ciudad por una denuncia de violencia de género, pero no estaba en el lugar. Aunque los agentes de la AIC sí hallaron un poco de cocaína, balanzas, tres armas de guerra, 500 cartuchos, tres cargadores, dos miras telescópicas, un fusil y dinero en efectivo. Por los estupefacientes se le abrió una causa penal y la justicia federal pidió su captura.

El apellido Segovia está emparentado con el mundo transa. El padre del prófugo fue asesinado a cuchillazos el pasado 10 de abril en la zona de la terminal de ómnibus por una pareja que Segovia padre, llamado Rubén Carlos, trasladaba en un remís trucho. El hombre de 66 años encontró la muerte luego de haber sobrevivido a la dureza de la cárcel más de una vez, donde lo condujo un par de condenas por tráfico de drogas en la zona.

La causa que estuvo a cargo de Onel tuvo una  importante diligencia el 4 de agosto cuando en el norte de la ciudad se detuvo al subcomisario Moyano, quien estaba a cargo de la Brigada antidrogas de Coronda, pero durante el mes de febrero se hizo cargo de la Brigada de Esperanza. Lucas Nos ensayó su defensa argumentando que él no estaba a cargo de la agencia, sino Moyano, pero el cruce de Migraciones lo detecto volviendo al país el 10 de febrero y, además otras tareas de campo de los agentes de la Policía Federal lo sindican como muy activo en el control de la brigada, a pesar que estuvo de licencia hasta el 28 de febrero, según información aportada por el Ministerio de Seguridad. Prueba de ello es la presencia de Nos en un procedimiento de allanamiento en Esperanza, aún de licencia y a cargo de Moyano en los papeles. Nos no figura en el acta, pero Moyano declaró que sí estuvo. Empeora la situación del subcomisario el resultado del allanamiento en la Brigada de Coronda – entonces a su cargo – donde se secuestraron dosis de cocaína y tallos de marihuana, sin cadena de custodia.

Causa provincial

Este viernes el fiscal Ezequiel Hernández imputó al policía Pablo Pérez por haber destruido el teléfono celular que, tiempo atrás y en un procedimiento del MPA, se le había secuestrado a Cosentini. Hernández cuando se anotició de la causa federal le informó a Onel que él tenía secuestrado el celular de Cosentini y que lo ponía a disposición de su pesquisa. La sorpresa fue encontrar el IPhone roto, inutilizable y con la tarjeta partida en dos mitades. Pérez estaba a cargo de la cadena de custodia del móvil, pero además el fiscal provincial le atribuyó haber borrado un DVD donde quedó el registro del allanamiento en la casa del policía de la Brigada de Drogas, el 4 de julio pasado. Todo ello para beneficiar a Cosentini.

Fuente: Zona Critica

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