Dos especies de tortugas gigantes del archipiélago ecuatoriano de Galápagos consideradas extintas –una de ellas tras la muerte del “solitario Jorge” hace un año– intentarán ser resucitadas a partir de 2014 mediante la reproducción en cautiverio de parientes genéticos, reveló la entidad a cargo del plan.
Se trata de quelonios originarios de las islas Pinta –de donde era “Jorge”– y Floreana, donde desaparecieron hace unos 150 años y cuyos últimos representantes fueron vistos por el biólogo inglés Charles Darwin (1809-1882), quien inspiró en Galápagos su teoría de la evolución de las especies por selección natural.
Nuevas técnicas de investigación develaron que en el volcán Wolf –en la isla Isabela y el más alto del archipiélago– diecisiete tortugas híbridas tienen genes de Pinta y unas 280 de Floreana. En el primer caso, al menos un par posee hasta 80 por ciento de genes de la especie original, y en el de Floreana varios llegan a 90 por ciento.
Para recrear ambas especies se pondrá en práctica un plan de reproducción y crianza en cautiverio tomando a los individuos con los más altos porcentajes de ADN para intentar tener especímenes puros, lo que sin embargo demorará unos 120 años, pues un quelonio gigante alcanza su madurez sexual entre los 20 y 25 años, en el caso de las hembras, y hacia los 25 o 30 en el de los machos.