Representantes de la industria cinematográfica protestaron ayer frente a la sede del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (Incaa) en Capital Federal, tras el desplazamiento de su presidente Alejandro Cacetta y por temor a despidos y recortes en el área. Por su parte, el gobierno nacional continuó defendiendo su decisión y ratificó que no se aplicarán recortes en el área.
La convocatoria, que juntó a más de mil personas, se sumó así a una primera reunión llevada adelante en el cine Gaumont el jueves pasado, luego de que se conociera la decisión del Ejecutivo de pedirle la renuncia a Cacetta, en medio de denuncias por irregularidades en el manejo de fondos públicos en la entidad. Ayer a la mañana también renunció el rector de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc) Pablo Rovito, otro de los apuntados por las irregularidades, junto al jefe de gabinete del Incaa, Sergio Bartolucci.
El nombramiento de Cacetta, productor de larga trayectoria en el cine y en los últimos años de Patagonik, surgió del consenso de siete entidades representativas del sector, avaladas por Juan José Campanella, mientras que Rovito tiene más años en la gestión y surgió de un concurso en 2012, cuya fecha de vencimiento es a finales de este año.
Tras afirmar que “en el cine nacional la grieta no existe”, los organizadores de la protesta denunciaron “una burda campaña de desprestigio del cine argentino”.
En la declaración que fue leída durante la protesta se agregó: “Exigimos transparencia en la comunicación de la redacción de la ley de Convergencia del Enacom. El proyecto que supone la supresión de cánones de las grandes empresas de televisión, cable y radiodifusión que sostienen parte importante de los fondos del Incaa, Instituto Nacional de la Música (Inamu) y el Instituto Nacional del Teatro (INT)”.
“El comunicado concluye indicando que repudiamos toda posible intervención del Incaa ante recientes declaraciones de altos funcionarios que atentan contra la autarquía y el normal funcionamiento del Incaa. Con el objetivo de llevar transparencia y representatividad, proponemos que el próximo presidente del Incaa tenga un amplio consenso de la comunidad audiovisual”, expresaron.
Tras la lectura, expusieron los directores Luis Puenzo, Fernando “Pino” Solanas y también el abogado Julio Raffo, especialista en cine y diputado nacional.
Puenzo aseguró: “Creo que la comunidad audiovisual estaba demasiado cómoda en la convicción de que el Incaa era eterno, la ley de cine era para siempre y la posibilidad de filmar era natural, y no lo es”.
El ganador del Oscar por La historia oficial subrayó la necesidad de pelear ahora por estos reclamos frente al Enacom y el Congreso, en vísperas de la presentación del proyecto oficial conocido como ley de Convergencia de Medios, que se propone reemplazar a las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual y a la de Tecnologías de la Información, las Comunicaciones y las Telecomunicaciones, denominada Argentina Digital, impulsadas por el gobierno de Cristina Kirchner y sancionadas por el Congreso.
Por su parte, Pino Solanas expuso: “El Incaa es autárquico, el gobierno no puede hacer lo que ha venido haciendo con grandes leyes nacionales, modificarlas puenteando al Congreso con simples decretos. Lo más importante es que aquí no hay ninguna grieta, estamos todos unidos en defensa del cine nacional, una de las diez cinematografías más importantes del mundo, el espejo del alma de este país”.
Por su parte, Raffo expresó la inquietud de él y sus colegas en la Cámara baja, no satisfecha por el Enacom, de proveerles copias del anteproyecto de la “ley de Convergencia de Medios”, a la que, dijo, “tienen encerrada bajo siete llaves”.
Raffo denunció que “hay empresas que ya leyeron el proyecto, pero a nosotros, los diputados, no nos dan acceso a ese texto”.
El gobierno niega recortes
Por el lado del gobierno, el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, rechazó que haya “una caza de brujas” en el Incaa y negó que el gobierno tenga intención de reducir el aporte para el Fondo de Fomento Cinematográfico, como denunciaron los manifestantes.
“No queremos reducir los fondos de fomento del cine porque es una fuente de trabajo calificado, es parte de nuestra identidad cultural, y es un producto de exportación con valor agregado”, afirmó el ministro en declaraciones formuladas en la Casa Rosada.
Más temprano, la Asociación de Directores de Cine había dado a conocer a través de redes sociales un video en el que se alertaba sobre la posibilidad de que se produzcan recortes en este aporte que entrega el Instituto del Cine.
Del video participaron actores como Leonardo Sbaraglia, Natalia Oreiro, Graciela Borges, Giselda Siciliani, así como el músico y ganador del Oscar Gustavo Santaolalla y el director José Martínez Suárez.
“La semana pasada, nuestro instituto de cine pasó a ser un organismo intervenido. La destitución del presidente del Incaa es una cortina de humo que esconde una operación. Detrás de esa cortina de humo mediática están los fondos del cine”, indicaron.
Por su parte, Avelluto también aclaró que “nunca” dijeron que el desplazamiento de Cacetta “fue encubrimiento de nada”, y precisó que hubo “irregularidades administrativas en mandos medios”.
Además, el funcionario reiteró que “el fomento del cine esta garantizado” y que “nadie esta imaginando ningún desfinanciamiento para la industria cinematográfica”.
“No existe en ningún lugar del gobierno ninguna iniciativa destinada a reducir, eliminar, o poner en cuestión el fondo del ente cinematográfico que es la herramienta que tenemos los argentinos para apoyar y sostener a una industria”, agregó el ministro.
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