El informe semanal del Ministerio de la Producción provincial y la Bolsa de Comercio de Santa Fe señaló que «ante la realidad ambiental y la disponibilidad de agua útil en los perfiles de suelo debido a las erráticas y variables precipitaciones, el productor estuvo ante un gran interrogante: siembra o no siembra».
En ese sentido, el trabajo añadió que la disyuntiva pasa por «iniciar o no el proceso de implantación de la soja temprana en los próximos días o posponerla a la espera de nuevas lluvias».
«Hasta el momento, dicha actividad llegó a los siete días de retraso con referencia a la campaña anterior, por lo que se estaría ante la estrategia de programarla para mediados del mes en curso», indicó el informe.
En cuanto al trigo, en el inicio de la semana se interrumpió el proceso de cosecha debido a las lluvias y en la reanudación de las actividades hubo rendimientos promedio que se mantuvieron y en algunos casos mejoraron, siendo de todas maneras muy variables.
Los rendimientos mínimos se mantuvieron entre los 8 y 14 quintales por hectárea, con máximos puntuales que alcanzaron los 40 quintales y un promedio general de entre 18 y 22 quintales.
En cuanto al estado de los trigales, el panorama sigue siendo desalentador por ausencia de lluvias desde el inicio de la campaña, con apenas un 45% de las parcelas en estado bueno, con algunos sembradíos excelentes a muy buenos, especialmente en los departamentos del centro-norte.