A pesar de la ausencia de lluvias durante los últimos días, las más de tres semanas ininterrumpidas de precipitaciones han colocado a Santa Fe en una grave situación de emergencia hídrica, declarada por el gobernador Miguel Lifschitz y avalada por la Nación. En este sentido, se desarrolló esta mañana un encuentro en la sede rosarina de Federación Agraria Argentina (FAA), del que participaron productores del sur provincial, directivos del Inta, representantes de la Bolsa de Comercio y de Cereales de Rosario y el ministro de Producción, entre otros. La misma, tuvo como objetivo analizar el impacto de la emergencia y plantear soluciones rápidas y efectivas para los productores. Desde la FAA y el Ministerio de la Producción coincidieron en estimar las pérdidas en, al menos, dos mil millones de dólares.
Luis Contigiani, titular de la cartera de la Producción santafesina, explicó en diálogo con El Ciudadano que el objetivo de la reunión fue poner en común las evaluaciones de las entidades vinculadas al sector y seguir monitoreando entre todos. Además, el funcionario comunicó los planes de ayuda de la Provincia y los pedidos al gobierno nacional. “Para una emergencia extraordinaria, reclamamos a la Nación un financiamiento extraordinario”, afirmó Contigiani, quien se mostró muy preocupado por la decisión del Ministerio de Energía y Minería, que aumentó el precio de los combustibles. “Creo que la medida no ayuda a la provincia de Santa Fe porque cuando más necesitábamos un plan de financiamiento y salvataje para las empresas agropecuarias, viene a destiempo y fuera de contexto. El incremento del gasoil va a significar millones y millones de pesos para las empresas agropecuarias, que van a salir de productores que están desfinanciados y con producción a pérdida”, explicó.
“No comparto esa medida y sigo reclamando un plan de ayuda importante para las empresas agropecuarias, un plan que pueda darle un año de respiro a los productores agropecuarios, que les de tiempo, que puedan reactivarse y volver a producir. Por eso creo que se han equivocado con esta medida y estamos esperando las soluciones de fondo”, ahondó Contigiani.
En la misma línea, Omar Príncipe, presidente de la FAA, afirmó a este medio que es necesario poner en marcha mecanismos de auxilio inmediatos para los productores y de esta manera evitar que “más allá de todo lo que se ha afectado en el sector primario, no impacte en la cadena de valor y los consumidores santafesinos paguen más caros los alimentos”.
Príncipe también se refirió al financiamiento y al tema impositivo y destacó que hace falta “una prórroga de los impuestos nacionales y provinciales a un año y el refinanciamiento de los productores que llegaron a esta situación endeudados”. Además, planteó el lanzamiento de un “bono verde” para que los pequeños productores puedan reinsertarse en el modelo productivo.
¿Qué es el bono verde?
El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) explicó que el bono verde es “un crédito con un año de gracia a cuatro años a pagar con el valor producto”. Es decir, que si lo saca un pequeño productor tambero, lo pagará con producción de leche, si lo saca un pequeño productor ganadero lo paga con el valor carne o uno agrícola con el valor grano. “Esto es una manera de darle un auxilio y un plazo más largo para poder reinsertarse en el modelo productivo”, expresó Príncipe.
La propuesta surge de la FAA y ya ha sido conversada con funcionarios nacionales. Además, se pedirá a la Provincia que acompañe el pedido “para sostener a pequeños y medianos productores”.
Las pérdidas pueden ser mucho mayores
Desde la FAA se refirieron a las estimaciones de pérdida económica, que superarían los dos mil millones de dólares y consideró: “Esta cuantificación puede ser previa, porque todavía estamos en plena cosecha y los granos que están cosechando los productores están saliendo con daños. A eso hay que sumarle las pérdidas totales por pasturas, por forrajes, las de los productores tamberos, los ganaderos, es probable que se sume mucho más”.
Reclamo a Nación
El ministro Contigiani también consideró que algunas estimaciones de entidades del sector y otras propias “hablan de 2.000 a 2.500 millones de dólares que está perdiendo Santa Fe por la caída de producción y la superficie afectada”. Cabe recordar que las inundaciones afectan a 18 de los 19 departamentos.
El ministro planteó a la Nación “un financiamiento a partir de una decisión política, que tenga tasas subsidiadas, un año mínimo de respiro, de gracia, cinco, seis, siete años para amortizar y que las empresas puedan, a partir de ese financiamiento barato, pagar los insumos de la cosecha gruesa y volver a sembrar la cosecha fina, que es trigo. Además, que logren llegar hasta la próxima cosecha gruesa”.
“El impacto productivo en la provincia fue devastador y en el peor momento, porque había varias economías que estaban en quebranto, como la lechería o el arroz. Ahora se sumó también la cosecha gruesa”, concluyó el funcionario.