Una triste noticia enluta por estas horas al mundo del cine y la cultura rosarina, dado que en horas de la tarde de este jueves se conoció la noticia del fallecimiento, a los 67 años, del destacado realizador y docente Mario Piazza, justo el 23 de mayo, cuando se conmemora el Dia del Cine Nacional.
Mario había nacido en Nueva York el 23 de septiembre de 1956 y se radicó con su familia en Rosario cuando tenía apenas diez meses de vida. A los 21 años completó su cortometraje Sueño para un oficinista (1978), material que fue exhibido en los recitales del grupo de rock Irreal, que ejecutaba en vivo la banda sonora del film.
Sus películas Papá gringo (1983), la icónica La Escuela de la Señorita Olga (1991) y la no menos trascendente Cachilo, el poeta de los muros (1999/2000) tuvieron una importante difusión al momento de su estreno y gran reconocimiento en festivales y medios culturales, sin llegar ninguno de esos materiales a ser exhibido en salas del circuito comercial.
En el mismo sentido, fue director de los Concursos Municipales de Cine (1987 y 1988) y Presidente del Jurado del Festival Latinoamericano de Video de Rosario en sus cinco primeras ediciones, de 1993 a 1998, hoy conocido como el Festival Latinoamericano de Cine de Rosario, que se realiza en septiembre de cada año.
Piazza trabajó además para la Escuela Provincial de Cine y Televisión de Rosario, que por estas horas lo despidió en las redes sociales con un sentido homenaje, desde su fundación, en 1984, hasta fines de 2016, al tiempo que llevó adelante el Taller de Producción Documental 2001 del Centro Audiovisual Rosario (CAR), dependiente de la Secretaría de Cultura Municipal.
Además, en 2003, fue docente invitado de la Carrera Documental de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños de Cuba.
A lo largo de su vasta carrera, le dedicaron sendas muestras retrospectivas los festivales de Cine Súper 8 de Bruselas y de Barcelona (1984), la Escuela Municipal de Artes Plásticas Manuel Musto (1996), la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA (1999), el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (2001), el 8º Festival Latinoamericano de Video de Rosario (2001), el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba, 2007), la Universidad Abierta Interamericana Sede Rosario (2010), el Departamento de Culturas Ibérica y Latinoamericana de la Universidad de Stanford (2015) y la sección de cine Súper 8 del Festival de Cine de Mar del Plata (2016).
Mario Piazza había sido declarado Cineasta Distinguido de la Ciudad por el Concejo Municipal hace dos décadas, el 6 de octubre de 2004. Por otra parte, en diciembre de 2010 fue designado presidente de la recién creada Asociación Rosarina de Documentalistas, ARDoc.
Entre 2001 y 2016 fue editor del boletín independiente Cineastas Rosarinos que, distribuido por correo electrónico, estaba dirigido a los realizadores y estudiantes de medios audiovisuales de la ciudad. Como una continuidad de ese boletín llevó luego adelante una página de Facebook con el mismo nombre y propósito.
Al mismo tiempo, en 2017, Piazza estrenó un valioso documental sobre el grupo de arte experimental de Rosario Cucaño. Se trata de Acha Acha Cucaracha, un material que retrata el recorrido y el anecdotario del emblemático grupo de arte performático que tuvo su alumbramiento a finales de los años 70 en Rosario.
En uno de los momentos más dolorosos de su vida, en 2011, le tocó despedir a su compañera de vida, Mónica Chirife, musa de algunos de sus trabajos como Madres con ruedas (2006) y A bordo de un carrito (1981). Fiel a su compañero, además de haber sido inspiradora, protagonista y codirectora de ambos films, Mónica también creó el micro Por una ciudad para todos.