El programa Raíces, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, consiguió repatriar 79 científicos argentinos desde diciembre de 2020 hasta el 28 de octubre de este año. Luego de sufrir su desfinanciamiento durante la gestión macrista, se relanzó esta política de Estado que ayuda a científicos argentinos que residen en otras partes del mundo para que puedan volver a trabajar en el país. La coordinadora del programa, Diana Español, habló con El Ciudadano sobre cómo funciona esta herramienta pública.
De los 79 que volvieron en los últimos once meses, la mayoría tiene entre 31 y 40 años y el 80 por ciento de los repatriados se estableció en la región centro del país. El 44 por ciento pertenece a las Ciencias Biológicas y de Salud, el 25 por ciento a las Ciencias Exactas y Naturales, el 16 por ciento a las Ciencias Sociales y Humanidades y el 14 por ciento a las Ciencias Agrarias e Ingeniería.
—¿Cuál es el postulado del programa Raíces, qué importancia tiene su existencia y qué impronta tiene tu gestión?
Las primeras iniciativas y los primeros trabajos del programa nacen en 2003, en lo que en su momento era el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología que presidía Daniel Filmus. Ahora él es también nuestro ministro de Ciencia y Tecnología, desde hace dos meses en los últimos cambios de gabinete. En ese momento cuando se crearon las primeras iniciativas se buscaba responder a la migración de científicos que se había hecho en los 90, la desfinanciación que sufrió la ciencia en los noventa hizo que muchos proyectos quedaran inconclusos y gente dejara la carrera en el país y se fuera. Generar este programa en el 2003 era tratar de volver a traer esta gente que se había tenido que ir de Argentina porque no tenía un proyecto de país que lo acompañara. Hasta 2015 fue creciendo. Un hito importante para marcar es el año 2008 cuando el Congreso de la Nación aprueba una ley que reconoce al programa como política de Estado, esos intentos que tenemos en Argentina de lograr estabilidad en mantener una política de Estado y con la intención obviamente de que eso se continuara en el tiempo. Lamentablemente en los últimos años, sobre todo los últimos dos de la gestión anterior al gobierno, se dio un desfinanciamiento muy grande de las políticas de ciencia y tecnología y el programa Raíces no fue la excepción. Hasta diciembre de 2015 se había logrado repatriar a 1300 científicos y en 2019 solamente tres se repatriaron, o sea que cayó muy abruptamente la curva de la repatriación. Tampoco se financiaron otros programas o subprogramas que son importantes dentro de Raíces, como los subsidios Milstein que están destinados a que científicos argentinos que residen en el exterior vengan a Argentina a hacer una estancia de trabajo en una institución del sistema nacional de ciencia y se queden entre 15 días y tres meses en Argentina pudiendo volver después a su lugar habitual de residencia pero siguiendo colaborando a distancia con Argentina, esas cosas también fueron desfinanciadas en los últimos años.
Nosotros en diciembre de 2020, empezando a tratar de salir un poco de la pandemia y a pesar de que no fue fácil porque todo lo que es migraciones internacionales en tiempos de pandemia no fue fácil, decidimos relanzar el programa de Raíces. Ahí ya pudimos anunciar los primeros ocho retornados y nos acompaño también la presidenta del Conicet Ana Franchi y esto es muy importante porque el Conicet también volvió a poner en vigencia un instrumento que se había deshabilitado en la gestión anterior que es la convocatoria a carrera para las personas que están en el exterior. Uno de los instrumentos que teníamos para tratar de que los científicos regresaran a Argentina es esta convocatoria del Conicet que se había desarticulado y ella la volvió a poner en vigencia.
En estos once meses desde el relanzamiento hasta ahora ya logramos repatriar a 79 científicos y por supuesto tenemos el instrumento abierto y queremos seguir alentando a que más gente lo conozca y pueda postularse para volver
—Una vez que son repatriados, ¿como sigue el trabajo? ¿Hay un seguimiento o una política pública definida hacia ellos?
La persona cuando es repatriada ya tiene una propuesta de trabajo en Argentina, o sea que ya tiene un ingreso. Puede ser a un instituto de investigación, a una universidad, al mismo Conicet o a una empresa del sector privado. De hecho este año anunciamos la repatriación que se hace a una empresa del sector privado de base tecnológica pero nuestra idea es que sean más las personas que vuelvan no solamente a poder investigar en lo público sino también a poder sumarse a investigar en el sector privado. Todas las personas repatriadas ya tiene una inserción en una institución que forma parte del sistema nacional de ciencia. Además el programa Raíces ofrece a aquellos que lo quieran o necesiten un subsidio para pagar su gasto de traslado internacional, eso es su pasaje, el de su compañero compañera, el de sus hijos, para que puedan más fácilmente volver a Argentina y a veces también pueden usarlo para algunos gastos de reinstalación, que tengan el equipamiento que tengan que traer en Argentina, etcétera. Y estamos trabajando también para generar una red de aquellas personas que fueron volviendo para que queden en contacto, son en general personas que vienen con una experiencia de vida muy interesante, de una cantidad de tiempo en el exterior y nos parece interesante quedar nosotros en contacto con ellos y que ellos también puedan quedar en contacto entre ellos.
Ahora si pensamos en términos de cómo se diseñó la política está diseñada por dos perfiles diferentes, por un lado estos científicos, científicas, tecnólogos repatriados que en general son personas jóvenes, el 70 por ciento tiene menos de 40 años, menos de diez años en el exterior, son gente que buscamos atraer para que vuelva a Argentina. La primera migración más grande de científicos fue en los noventa, las personas que se fueron en ese momento a veces tienen entre 20
y 30 años de residencia en el exterior, ya tienen arraigo en el lugar de destino, son personas que hicieron una parte muy importante de sus carreras en el exterior y con esas personas no queremos dejar de trabajar, queremos que ellos también sean protagonistas del programa. Entonces lo que hicimos fue trabajar en lo que son las redes de científicos argentinos en el exterior, este programa tiene en este momento 17 redes, cuatro nuevas creadas este año. Con estos científicos trabajamos para que nos ayuden a construir la política de ciencia y tecnología para Argentina y para que nos ayuden a generar también actividades de cooperación internacional con el país en que reside. Son muy importantes en el programa Raíces, no solo los retornados sino también las cooperaciones que podamos hacer con esos científicos argentinos en el exterior.
—Desde el programa generan ese enlace para encontrarles un lugar donde volver a establecerse, ¿una propuesta de trabajo?
Buscamos activamente lugares para que ellos se puedan postular. Entonces, si ellos nos manifiestan, por ejemplo, que tienen intenciones de volver le compartimos los lugares donde tienen concursos abiertos para que puedan postularse, Convocatoria que es una ventanilla permanente abierta para que en cualquier momento del año que te puedas postular, obviamente vas a concurso, no es que por postularse automáticamente ingreses a la carrera y también aprovechamos a través de la mesa de universidades que es un espacio nuevo que creamos desde el relanzamiento para pedirles a las universidades que nos cuenten en qué disciplina están necesitando gente y aprovechar para difundir esas convocatorias en las redes de científicos argentinos en el exterior para darle la oportunidad de volver a quienes tengan ganad de hacerlo-
—Desde diciembre de 2020 a esta parte hubo 79 repatriaciones, ¿qué perspectivas hay para el 2022?
Si llegamos a mantener el mismo número estamos muy bien. Inevitablemente queremos seguir creciendo pero estamos en un muy buen número. Si hacemos una mirada histórica, si miramos cuáles fueron los números históricos hasta ahora, un muy buen año es un año con cien retornados. O sea que está muy bien si mantenemos un número similar o un poquito más alto que el que tenemos ahora.
—¿Tienen datos de cuántos quieren volver o tienen intenciones de hacerlo más o menos?
Trabajamos literalmente uno por uno en todos los casos que nos llegan, estamos trabajando ahora con 30 casos más pero estos días van pasando y en general según el momento del año donde hay más. Si me preguntabas hace dos meses te decía estamos trabajando con 50 casos, de esos ya logramos concretar 20 y hay 30 más que seguimos trabajando. Seguramente en enero tengamos menos. Como que van variando según el momento del año
—¿Hay algún continente, región o algún país en especial desde donde más provengan estos científicos o estas consultas?
Sí, en este momento de Estados Unidos. La última estadística por país es de hace dos meses y el 34 por ciento eran de Estados Unidos, es un montón. El 16 por ciento de Francia, después venían Alemania y Canadá con 8 por ciento, le seguían Brasil, España y Reino Unido con 6 por ciento cada uno y Uruguay. Estados Unidos se desmarcaba como siendo el país de la que más cantidad de gente venía. También tuvo un poco que ver la pandemia con eso, vino mucha gente del sector de la ciencia de salud, de las ciencia biológicas para trabajar en la pandemia y mucha gente vino con ganas de trabajar en Argentina o para Argentina en las políticas locales durante la pandemia.