La Justicia hizo lugar a la petición de la secretaria general de ATE Rosario, Lorena Almirón, para que se prohíba el acercamiento de los dirigentes Jorge Hoffman y Marcelo Delfor de dicho gremio a nivel provincal. La medida dictada es por 30 días y además se ordenó terminar con el hostigamiento, perturbación, intimidación y difamación sobre la dirigente rosarina.
“La violencia contra la dirigente comenzó desde que se llevó a cabo la asamblea anual en el mes de marzo. El Consejo Directivo provincial comenzó a hostigar e intimidar a Almirón y al sector que ella encabeza”, señalaron desde la seccional local de ATE.
Más adelante el gremio seccional Rosario sostienen que “la campaña lanzada de puño y letra del secretario adjunto, Marcelo Delfor, en el sitio oficial de ATE provincia de Santa Fe y demás canales de difusión del gremio, comenzaron las agresiones y difamaciones sin pruebas en la citada asamblea en la seccional Rosario. Allí comenzaron los agravios e insultos”.
El gremio local respondió «a las falsas acusaciones con publicación de pruebas fehacientes en redes sociales del normal desempeño de la misma (votación) y el claro voto mayoritario hacia la Junta Electoral electa».
Desde la seccional de ATE Rosario indicaron que «a la mencionada nota en la web que a su vez fue presentada en el Ministerio de Trabajo, se sumaron mensajes en redes sociales, volanteadas con motos y autos, modo «operativo comando», en el sindicato y en otros puntos de la ciudad. Incluso en la vivienda de Almirón, alertando a la militancia local sobre los efectos que esta campaña de odio pudiera conllevar para la integridad de la dirigente».
“Disconformes por los resultados de la votación en la que participaron 900 afiliados y afiliadas, escribanas y una veedora del Ministerio de Trabajo, la dirigencia provincial inició una campaña de desprestigio dirigida a Lorena Almirón», que «configura violencia de género de tipo simbólica en el ámbito político con el fin de menoscabar sus derechos abiertamente con fines electorales, incumpliendo la Ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres», aseguraron.
Esta situación llevó al gremio local a una denuncia judicial con el propósito de evitar cualquier posible situación de violencia que pudiera sufrir, destacaron.
Ante posible hechos de violencia sobre Almirón se ordenó a Hoffmann y Delfor, «a título personal e institucional, medidas preventivas de protección de la secretaria general», por lo que se establecieron la «prohibición de acercamiento a 200 metros de su lugar de residencia, trabajo, estudio, esparcimiento o a los lugares de habitual concurrencia; el cese de todo supuesto acto o conducta de hostigamiento, perturbación, intimidación, difamación (especialmente, en eventos públicos y/o reuniones gremiales) y a través de páginas web, redes sociales, folletería, volantes, medios de comunicación y aplicativos virtuales como WhatsApp y otros”.
Tomada la resolución, la Seccional Rosario de ATE llevó adelante el debate de ideas y la discusión de proyectos cuando se despliegan con prácticas democráticas «que aportan al crecimiento virtuoso» de las organizaciones. «Lo que no toleramos es la violencia misógina y machista, con acciones, mensajes y comunicaciones falsas, que agreden a una compañera quien ejerce el máximo cargo sindical de la seccional ATE Rosario, por el hecho de ser mujer y conducir con aval mayoritario. De igual forma advertimos que estas prácticas pueden involucrar otras formas de agresión que no estamos dispuestos a convalidar en el ejercicio democrático, plural e inclusivo sindical”, expresaron desde el gremio local.
Finalmente reclamaron: «Basta de violencia machista sindical. Basta de disciplinamiento a las mujeres dirigentes, de amenazas y descalificación. Construyamos elecciones libres de violencia de género, con propuestas superadoras y un ejercicio gremial que abone a la transformación social que pregonamos como deseo colectivo».