Las Escuelas Públicas del Condado de Collier en Florida, Estados Unidos, prohibieron más de 300 libros en sus bibliotecas escolares tras publicarse un largo listado que incluye una variedad de clásicos literarios, libros adaptados a películas y varios clásicos de Stephen King como Carrie, It y Las cuatro después de medianoche.
“¿16 de mis libros? Debo estar haciendo algo bien”, se burló el popular escritor Stephen King desde su cuenta en la red social X (ex Twitter) tras conocerse la decisión del condado de Collier, Florida, de prohibir varios de sus libros en el ámbito escolar.
La decisión de sacar de la circulación escolar esos libros se basa en la reglamentación HB 1069 de Florida, una Ley que amplió la supervisión de la junta escolar de las colecciones de la biblioteca, amplió los mecanismos para impugnar libros, siempre que el contenido que “represente o describa una conducta sexual” sea una motivo válido para una impugnación y prohibición de instrucción sobre orientación sexual o identidad de género hasta el octavo grado.
“Stephen King es un autor muy popular entre los adolescentes, eliminar sus libros niega el acceso a obras formativas”, sostuvo James LaRue, director de la Oficina de Libertad Intelectual de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos a PEN América. “Es una lástima”, concluyó sobre la decisión tomada en Florida.
Entre los muchos autores con libros prohibidos en el condado de Collier se encuentran Judy Blume, Orson Scott Card, Stephen Chbosky, Mary Higgins Clark, Arthur C. Clarke, Pat Conroy, Janet Evanovich, Neil Gaiman, John Green, John Grisham, Ellen Hopkins, Khaled Hosseini, Sue Monk Kidd, el referido Stephen King, Barbara Kingsolver, Dean Koontz, David Levithan, Patricia McCormick, Toni Morrison, Joyce Carol Oates, James Patterson, Ashley Hope Pérez, Jodi Picoult, Anna Quindlen, Nora Roberts, Tom Robbins, Anne Rice, John Updike e Ibi Zoboi.
La decisión del Condado de Collier no es aislada: la prohibición de libros en escuelas en Estados Unidos se triplicó en el último año en el país y Florida lideró la mayor cantidad de casos, superando a Texas.