Prohuerta, un programa del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que promueve sistemas de autoproducción y comercialización agroecológica y da impulso a la soberanía alimentaria, cumple 25 años.
Miles de historias cultivan esta experiencia que se expande en todo el territorio nacional, con un destacado protagonismo de la provincia de Santa Fe, donde unas 60 mil familias ya pusieron en marcha sus huertas.
El cuarto de siglo que celebra el programa oficial sirvió como disparador para abordar la evolución de la iniciativa vinculada a la tierra. “Prohuerta es un espacio de encuentro, de integración, donde se intercambian vivencias. Lo bueno que tiene Prohuerta es que no está estacionado en un objetivo, sino que se renuevan y aparecen nuevos desafíos”, destacó Rodolfo Timoni, coordinador provincial del Prohuerta, en diálogo con El Ciudadano.
Desde su nacimiento en 1990, el programa fue multiplicando huertas a lo largo y ancho del país, aunque estuvo atravesado por cada contexto político, económico y social.
“Prohuerta surgió en grandes ciudades con la necesidad de paliar una necesidad básica de alimentación y como salida laboral. Nació con fuerza en Rosario, Buenos Aires y Mendoza, tres lugares conflictivos durante la crisis de 1989”, contó el ingeniero agrónomo.
“Prohuerta siempre trabajó con municipios y comunas para darle impulso al programa. Hizo convenios con la Municipalidad de Rosario, y desde hace un tiempo mantiene convenios con el programa municipal de Agricultura Urbana”, indicó el técnico del Inta.
Arraigo, inclusión, solidaridad, saberes ancestrales, costumbres, desarrollo, valor agregado fueron pilares del Prohuerta en estos 25 años de existencia. La demanda avanzó y el programa se diversificó.
“Prohuerta ya no es sólo la huerta. Los cambios y la evolución tienen que ver con la mejor situación del país. El Prohuerta nació en un momento de fuerte crisis económica, fue evolucionando y la transformación se da a partir de la demanda de la población. La flexibilidad del programa y su capacidad de adaptarse a las diferentes coyunturas es lo que le dio la posibilidad de perdurar en el tiempo”, expresó Timoni.
En igual sentido, continuó: “De 2003 para acá el Prohuerta pegó un salto. Comenzó a cambiar la situación económica del país y la persona que se había acercado al programa por una necesidad de subsistencia empezó a tener trabajo. Entonces cambió la lógica del Prohuerta al momento de abordar la producción de alimentos. Incluso aparecieron otras inquietudes, como por ejemplo el problema del agua en el norte de la provincia”.
Además de las huertas familiares, el Prohuerta tiene presencia en escuelas, en la educación para chicos especiales, en cooperativas, sindicatos y organizaciones sociales.
El Prohuerta Santa Fe tiene compromisos operativos establecidos con 292 municipios y comunas; con 723 establecimientos educativos en todos sus niveles y más de 300 instituciones entre las que se encuentran centros de jubilados, asociaciones vecinales, centros de rehabilitación, comedores comunitarios, comunidades aborígenes, hogares de ancianos, iglesias de distintos cultos, organizaciones no gubernamentales, instituciones de salud y unidades penitenciarias.
“Se trata de abarcar todos los aspectos que aporten a la soberanía alimentaria, con eje en el tema de la tierra y la producción de semillas”, dijo Timoni. Se entiende por soberanía alimentaria las políticas en base a criterios de desarrollo sostenible en el tiempo que hacen que el país produzca alimentos para autoabastecer la dieta de sus habitantes.
Hacer la huerta
Sobre los primeros pasos para encarar un emprendimiento huertero, el ingeniero explicó: “Hay que acercarse a una agencia de Inta, o al municipio o comuna donde por lo general Inta tiene presencia. Después organizamos de manera periódica jornadas de capacitación en distintos temas, como en cada comienzo de temporada”. El programa tiene 1.346 promotores repartidos en territorio santafesino.
En la última etapa, a las familias que habitualmente llega Prohuerta se sumaron otras del sector asalariado y matrimonios jóvenes interesados en producir/consumir productos libres de agroquímicos.
“Es gente de clase media en busca de una alimentación sana que decide volcarse a la autoproducción de verduras”, dijo Timoni, y completó: “También vemos que grupos de familias o de jóvenes amigos realizan proyectos en conjunto”.
Al momento de la venta, hay proyectos especiales para comercializar excedentes en ferias y mercados alternativos de la economía social. El Inta brinda apoyo asociativo, asistencia técnica no sólo en la producción, sino también en fundamentos bromatológicos, presentación de productos y precio justo.
“Las ferias son los canales más visibles y sirven de promoción. Pero también se comercializa el excedente a través de bolsones por pedidos, entrega domiciliaria, venta directa en la huerta y, en menor medida, hay verdulerías que buscan incorporar productos agroecológicos”, contó el coordinador del Inta Santa Fe. En la provincia hay más de 650 familias que participan de distintos procesos de comercialización de alimentos dentro del Prohuerta.
Festejo a campo abierto
El próximo jueves 22 de octubre, en la estación experimental de Inta en Oliveros, se realizará desde la mañana una gran huerta abierta para celebrar los 25 años del Prohuerta. En el encuentro habrá talleres y visitas a la huerta, radio abierta, muestras de escuelas huerteras, feria de semillas, feria de productos agroecológicos, cocina y show en vivo.
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