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Prometieron vigilancia en colegio de barrio Triángulo



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Por inseguridad, reemplazantes no quieren concurrir y alumnos faltan “para cuidar sus casas”.

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Docentes, directivos y padres de alumnos de la escuela Nº 660 Francisco Narciso Laprida, de Biedma 5204, llevaron a la sede local de Gobernación la preocupación por los hechos delictivos que han sufrido en las últimas semanas y el pedido de efectiva vigilancia policial para evitar la continuidad de los ataques. Como respuesta les prometieron custodia en los horarios de entrada y salida del personal y la planificación de un grupo de seguridad comunitaria, integrado por personal policial, docentes y padres de la comunidad.

Norma Sosa es la vicedirectora del colegio, lleva ya 31 años como docente en la entidad y, con un nudo en la garganta, detalló que “hace más de un año y medio que la situación de inseguridad es terrible. Nos asaltan al salir o ingresar al colegio, o entran directamente a la escuela por los techos. Inclusive, la semana pasada, le robaron a una maestra dentro del salón. Imaginate que la semana que viene vamos a tener a los chicos en clases; eso nos preocupa mucho más”.

El año pasado recibieron el compromiso de garantizar la seguridad a docentes y alumnos de parte de la Policía provincial, pero tras varias denuncias en la seccional 19a no tuvieron buenos resultados e ir a la escuela se convirtió en una situación de riesgo.

“En la escuela hemos tenido muchas deserciones por la inseguridad. Los reemplazantes no vienen y muchos de los chicos, por miedo a que los desvalijen, han faltado a clases porque se quedan cuidando la casa o casilla en que viven mientras sus padres salen a trabajar o a hacer changas. Hemos ido muchas veces a buscarlos pero también es un riesgo ya que entramos solas a la villa, y eso, sobre todo hoy en día, es muy peligroso”, sostuvo.

Sosa informó que en la escuela Nº 660 hay 800 alumnos entre los dos turnos, a los que se suman, en el mismo inmueble, los de la escuela nocturna Nº 79 y unos 300 jóvenes que asisten al Eempa Nº 1233, una cifra que “fue disminuyendo con el paso de los meses por los hechos de inseguridad sufridos en el horario nocturno”. “Han ingresado ladrones armados, también se han apaleado autos que los docentes o alumnos estacionan en el ingreso y hasta a algunos coches les han robado la batería, sin mencionar los robos que se suceden a pocos metros del ingreso principal, en los horarios de entrada o salida”.

Los docentes del establecimiento, junto a dirigentes de Amsafé Rosario, se reunieron ayer en el hall de Gobernación a la espera de ser recibidos por autoridades provinciales y lograron que los atendieran la jefa de supervisión del Ministerio de Educación, Gladis Albaquiaro, y los representantes de Seguridad Comunitaria, Pablo Suárez y Raúl Ríos.

Tras el encuentro, y con otro semblante tras las promesas escuchadas, Sosa comentó que a partir de hoy habrá “mayor presencia policial en los horarios pico, tanto la entrada como a la salida de la escuela, y se irá gestionando, como se planificó años anteriores, un corredor de seguridad y la organización de un grupo integrado por docentes, padres de alumnos, policía y personal de Seguridad Comunitaria para que, entre todos, podamos cuidarnos”.

A su vez, se cambiará en la zona el recorrido de la línea 125 del transporte urbano de pasajeros.

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