El presidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó ayer en Roma la quinua, un grano originario de la cordillera de Los Andes, ecológico y de alto valor nutricional, como alimento clave para combatir el hambre en el mundo.
“Frente a la crisis alimentaria mundial los pueblos andinos tenemos varias respuestas, una de ellas es la quinua”, aseguró Morales, en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), donde fue designado “embajador especial” de la entidad para promover el llamado “súper alimento”.
El 2013 fue declarado por las Naciones Unidas “Año Internacional de la Quinua”, en reconocimiento a los pueblos andinos que han sabido preservar ese grano, cultivado desde hace siete mil años y básico para antiguas culturas como la de los pueblos englobados hacia el siglo XVI por el imperio incaico.
Entre los países productores de quinua figuran Bolivia, Perú y Ecuador, así como Chile, la Argentina y Brasil, y se experimenta su cultivo en Europa, Asia, África y Australia ya que crece tanto en tierras áridas como a 4.000 metros sobre el nivel del mar.
El “grano de oro”, como lo califica la Organización Mundial de Salud, quiere ser un emblema del consumo “verde”, es decir que respeta las normas nacionales e internacionales para productos biológicos, empleando métodos respetuosos con el medio ambiente.
“Es considerada la dieta ideal para los astronautas”, comentó Morales, indígena, quien durante la niñez fue pequeño productor de quinua.
La organización lanzó un plan maestro de tres años para fomentar la utilización de ese cereal, considerado científicamente como uno de los alimentos más sanos y completos, con una amplia variedad de usos.