El Gobierno de Javier Milei envió para someter a la aprobación del Senado los pliegos de varios embajadores, entre ellos el de quien continúa ejerciendo la representación diplomática en Brasil, nombrado en la gestión de Alberto Fernández: Daniel Scioli. Pero hay algunos nombres paradigmáticos. Uno de ellos es el de Sonia Cavallo Runde, la hija de Domingo, ex titular del Banco Central durante la última dictadura y ex ministro de Economía con el menemismo y la Alianza. Los restantes de la lista son Gerardo Werthein, para Estados Unidos, Ian Sielecki en Francia, Mariano Caucino en India, Shimon Axel Wahnish en Israel y Guillermo Nielsen en Paraguay.
El nombramiento de la hija de Cavallo –juntos escribieron dos libros– tiene una singularidad: es que la Cancillería que conduce Diana Mondino nombró allí a Daniel Raimondi, ex vicecanciller de Jorge Faurie durante la gestión de Mauricio Macri, para que reemplazar a Carlos Raimundi en el Consejo Permanente de la OEA.
Por unos jugosos dispendios
Raimondi había sido enviado como embajador en la OEA sobre el final de la gestión de Cambiemos, después de que en las internas triunfara la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Poco después, el canciller del Frente de Todos Felipe Solá, que había pedido a Cambiemos no hacer nombramientos «de salida» en el organismo, le ordenó el regreso a Buenos Aires, donde siguió cumpliendo tareas.
Una fuente diplomática consultada por el portal La Política Online (LPO) reprochó esa jugada del macrismo: «Raimondi se fue a la OEA en Noviembre de 2019 en un acto enorme de irresponsabilidad y sólo para ganar plata extra. Es lo que se llaman gastos de traslados que se justifican cuando uno va por varios años y se usan para instalarse, comprar un auto y ese tipo de cosas». La misma persona completó el fastidio: «De esa forma, se quedó con muchísima plata de gastos de traslado de ida y de vuelta. Ahora evidentemente encontró un negocio para hacer plata rápido y quiere hacer lo mismo». Ahora, La Libertad Avanza lo volvió a designar, provisoriamente, en el organismo regional cuando el pliego para ese puesto tiene el apellido del padre de la fallida convertibilidad.
Cordobesa y coautora de libros con el padre
Sonia Cavallo nació en Córdoba en 1973 pero vive desde hace más de 20 años años en los Estados Unidos. Se graduó en la Universidad de San Andrés y posee una Maestría en la Universidad de Harvard, en el área de Políticas Públicas. Además, fue una de alas fundadoras, aunque ya se desvinculó, del Centro de Políticas Públicas para la Equidad (Cippec). Publicó dos libros con su padre: Historia Económica de la Argentina (2018) y Argentina’s Economic Reforms of the 1990s in Contemporary and Historical Perspective (2019).
Casamiento con un republicano en medio del estallido generado por su padre
En julio de 2001, mientras Domingo Cavallo, como ministro del gobierno de Fernando de la Rúa, generaba las condiciones para el estallido que derivó en 39 muertos en todo el país, Sonia se casó con Daniel Fitzgerald Runde, referente de una organización vinculada al Partido Republicano –Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales– que se especializa en temas de seguridad. Con los ánimos populares exaltados. la mujer, entonces de 28 años, tuvo una boda complicada. A los invitados los importunaron con huevazos, y ella tardó en llegar a la Iglesia del Pilar porque una multitud, entre los cuales había trabajadores despedidos de Aerolíneas Argentinas, se había acercado para escrachar a su padre. Una vez finalizada la ceremonia religiosa, debió esperar más de una hora para poder retirarse. Para más, esa misma noche le pincharon las cuatro ruedas del Ford Mondeo bordó con el que se iba a trasladar hasta el Hotel Alvear y le llenaron de calcomanías el parabrisas.
En Cancillería, ante la desprolijidad de la designación de Raimondi y el envío del pliego de Cavallo, argumentaron que el primero fue nombrado por tres meses hasta que la segunda asuma, y que entonces le conseguirán otro lugar en el Ministerio de Relaciones Exteriores. La misma fuente contactada por LPO volvió sobre las sinrazones de los movimientos en el área: «Espero que sea un malentendido, porque de lo contrario es realmente demencial». Y agregó que la hija de quien estatizó la deuda privada durante la dictadura pidió no tres, sino seis meses para asumir en virtud de «temas personales». Si es así, el provisorio Raimondi deberá ejercer esa representación el doble de tiempo para el que se lo designó. «Puede ser para organizarse, pero es un dispendio salvaje de recursos del Estado. Podrían haber dejado a la funcionaria que está a cargo unos meses más y listo», afirmó el diplomático contactado. El «dispendio» le costará al Estado, en tiempos en los que Milei repite «no hay plata» para justificar recortes a diestra y siniestra, la suma de 100 mil dólares.
El pliego de los diplomáticos será tratado por la Cámara alta el miércoles próximo. Según los tiempos parlamentarios, se calcula que estarán aprobados para febrero. En el oficialismo aseguran que están los votos para eso.