Dirigida por el brasileño José Padilha y basada en un libro del sociólogo Luiz Eduardo Soares, la película Tropa de Elite (2007) retrata el funcionamiento del Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar de Río de Janeiro y sus intentos por apaciguar las favelas ubicadas en el Morro do Turano. Es una cinta cruda que revela la corrupción sistémica del sistema de seguridad y sus limitaciones al momento de enfrentar y desarticular el crimen organizado carioca.
Los violentos hechos de inseguridad que signaron el inicio de 2020 en la provincia de Santa Fe llevaron al diputado de Cambiemos Gabriel Chumpitaz a proponer la intervención de grupos comando especializados para pacificar las ciudades de Rosario y Santa Fe. La propuesta implica la creación de un escuadrón de fuerzas especiales urbanas, una suerte de tropa de elite en versión santafesina.
“Este momento crítico tiene que ser contrarrestado con una fuerte decisión política y una acción contundente para enfrentar el crimen organizado que azota y destruye la convivencia pacífica”, argumentó Chumpitaz, quien integra la comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados de la provincia. “No hay que ser contemplativos con la delincuencia que se lleva la vida de los santafesinos”, evaluó.
Según el legislador, “el poder de intervención territorial en seguridad por parte del Estado debe ser implacable, por eso es necesario este escuadrón urbano que estaría integrado por una combinación de los grupos de élite Alacrán de Gendarmería Nacional, el grupo Albatros de la Prefectura Naval, el GEOF (Grupo Especial de Operaciones Federales) de la Policía Federal y las TOE, Tropa de Operaciones Especiales de Santa Fe”.
La iniciativa del diputado macrista contempla apoyo logístico y de equipamiento por parte de las Fuerzas Armadas y del Ministerio de Defensa de la Nación. Y se construye a partir de un diagnóstico crítico respecto de la actual gestión provincial, como de la anterior: “Un sistema de seguridad llevado adelante por eruditos de izquierda termina erosionando la relación de las fuerzas policiales con la ciudadanía. Debemos dar soluciones reales e imitar lo que funciona bien en otras partes del mundo”.
Para justificar su proyecto, Chumpitaz no escatimó conceptos sobre la inseguridad en la provincia: “En Rosario y Santa Fe, desde hace muchos años se vive una guerra urbana derivada de los circuitos de violencia y aparatos narcocriminales que, día tras día, generan mayor terror en la ciudadanía. Es por ello que se necesita una intervención verdadera de alto impacto en términos policiales, más allá del abordaje de los otros ejes de la seguridad como el judicial, el penitenciario y el social”.
Según el ex concejal del PRO y actual diputado provincial, “Rosario necesita gastar menos en la GUM (Guardia Urbana Municipal) y empezar a salvar vidas aportando a un sistema integral con grupos entrenados con alta capacidad para enfrentar la narcocriminalidad”.
“Este modelo de escuadrón de fuerzas especiales urbanas ya fue implementado en otras ciudades de Latinoamérica como Medellín y en otros centros con densidad urbana y problemáticas de magnitudes similares a las nuestras, por eso es momento de dejar de echar culpas a la institución policial y atacar a la delincuencia de forma concreta en los territorios más calientes de la provincia”, concluyó Chumpitaz.
El protocolo y las pistolas Taser
En la semana, el Ministerio de Seguridad de la provincia puso en marcha un nuevo “Protocolo de Uso Racional, Progresivo y Proporcional de la Fuerza” dirigido a los agentes de la Policía de Santa Fe. La nueva herramienta regula las técnicas de intervención de los efectivos policiales, incluido el uso de armas de mayor y menor nivel de letalidad.
Desde el Ministerio que conduce Marcelo Sain indicaron que el nuevo protocolo incorpora la mirada de especialistas en ciencias políticas, sociólogos, abogados y expertos policiales, además de la experiencia nacional y las recomendaciones más recientes de Naciones Unidas en la materia de derechos humanos y de uso racional de la fuerza.
Describió el ministro Sain: “El gobernador nos instruyó aumentar la racionalidad y precisión de las intervenciones policiales, priorizando la vida por sobre cualquier otro valor. El delito y la violencia se transforman. El uso de la fuerza debe adaptarse para responder con mayor eficacia al nuevo escenario. Queremos profesionales que lleguen al terreno con mejores habilidades de mediación y de ejercicio efectivo de la fuerza, en caso de ser necesario. Y para ello necesitamos mejor información sobre los resultados de estas intervenciones”.
Al diputado Chumpitaz el nuevo protocolo policial le resulta incompleto y por eso propuso que la Policía de Santa Fe pueda usar pistolas Taser (armas de electrochoque) para que sus agentes puedan contar con mayores herramientas al momento de combatir la inseguridad.
Las pistolas Taser, promovidas en su momento por la ex ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich, sirven para inmovilizar a las personas mediante una descarga eléctrica (electrochoque). Desde el gobierno provincial ya dijeron que las Taser no serán utilizadas.
“Presentamos un proyecto para que la Policía pueda usar estas herramientas alternativas a las armas de fuego, como lo son las pistolas Taser. La profesionalización de la fuerza policial no solo tiene que ir en la capacitación y en los salarios, sino también en las herramientas que usan para combatir el crimen”, explicó el diputado de Cambiemos.
“En la provincia de Santa Fe tenemos altos índices de homicidios y de heridos de armas de fuego, por eso consideramos que la Policía tiene que tener los elementos necesarios para afrontar esta situación. Esperamos que la Legislatura apruebe el uso de estas armas que no son letales. Las agencias de seguridad más importantes del mundo usan las Taser para poder inmovilizar al delincuente y prevenir ciertas situaciones”, argumentó Chumpitaz.
Las boleadoras modernas
Mientras tanto, en la Policía provincial evalúan la incorporación de boleadoras modernas para inmovilizar delincuentes. Son armas de letalidad atenuada útiles para frenar arrebatos en zonas muy concurridas.
El secretario de Seguridad Pública de la provincia, Germán Montenegro, confirmó que la Policía se encuentra estudiando la incorporación de la denominada “Bola Wrap”, más conocidas como boleadoras modernas (wrap significa envolver).
En los últimos días, desde la propia Policía difundieron videos en los que se puede observar cómo funcionan las boleadoras del siglo XXI. “Se trata de un dispositivo de letalidad atenuada, como se denomina actualmente a este armamento, que le permite al policía escalar el uso de la violencia en situaciones particulares”, indicó Montenegro en LT8.
La evaluación de las boleadoras modernas se enmarca en la aprobación del nuevo protocolo de uso de armas que recientemente firmó el ministro Sain. Su potencial utilidad se limita a situaciones delictivas en lugares concurridos, como puede ser un robo en el microcentro. Las boleadoras resultan útiles para inmovilizar al delincuente y “dan un mayor espectro de utilización de su armamento” a los agentes, explicó Montenegro.
Otra cosa es el combate a las organizaciones narco. “Con esto no se va a equipar a una brigada táctica que va a ir a detener a un sicario, cada arma se usa en función de la situación táctica que se va a enfrentar el personal policial”, indicó el secretario de Seguridad.