Cinco películas del cineasta y músico argentino Leonardo Favio, incluidas joyas del séptimo arte como Crónica de un niño solo y Gatica, el Mono, fueron declaradas Bienes de Interés Artístico Nacional para protegerlas en medio de una disputa judicial.
Las obras fílmicas en cuestión serán sometidas a subasta judicial en el marco de la quiebra declarada de la empresa Negocios Cinematográficos S.A., que tramita ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial N° 23.
Además de Crónica de un niño solo de 1965 y Gatica, el Mono de 1993, figuran El Dependiente de 1969, Nazareno Cruz y el Lobo de 1975 y Soñar Soñar de 1976.
A través del Decreto 423/2022, publicado este jueves en el Boletín Oficial, el presidente Alberto Fernández declaró Bienes de Interés Artístico Nacional a los soportes materiales negativos, positivos y correspondientes negativos de sonido de estas películas, que actualmente se encuentran en depósito judicial en el Banco Ciudad.
“La conservación del soporte material de estos bienes reviste un especial interés para la República Argentina como testimonio de la producción cinematográfica nacional y, en particular, del reconocido director Leonardo Favio”, señaló el jefe de Estado.
La declaratoria había sido propuesta por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos durante una reunión del organismo del Ministerio de Cultura en mayo pasado.
Asimismo, para fundamentar la decisión, el Gobierno recordó que en la Conferencia General de la Unesco de 1980 se estableció la recomendación sobre la salvaguarda y la conservación de las imágenes en movimiento, a las que se consideró como “una expresión de la personalidad cultural de los pueblos y que, debido a su valor educativo, cultural, artístico, científico e histórico, forman parte integrante del patrimonio cultural de una nación”.
“Es necesario que cada Estado tome medidas complementarias adecuadas encaminadas a garantizar la salvaguardia y la conservación para la posteridad de esa parte especialmente frágil de su patrimonio cultural, del mismo modo que se salvaguardan y conservan otras formas de bienes culturales como fuente de enriquecimiento para las generaciones presentes y futuras”, señaló el organismo de las Naciones Unidas en aquella ocasión.
Leonardo Favio, fallecido en 2012, fue un destacado director que tuvo a su cargo obras esenciales de la cinematografía argentina como las que se protegen con este decreto, así como también otras como Perón, sinfonía del sentimiento, Juan Moreira y El romance del Aniceto y la Francisca.