Comedores comunitarios y distintas organizaciones sociales de Rosario realizaron ollas populares en la sede de Capital Humano (ex Desarrollo Social) de la Nación ubicada España al 500, en pleno macro centro rosarino soportando una sensación térmica de 40º, para denunciar la suspensión de la asistencia alimentaria por parte del gobierno central y visibilizar el trabajo cada vez más arduo de los comedores barriales para garantizar un plato de comida a quienes menos tienen.
Cientos de personas se congregaron en la puerta de la repartición pública para hacer escuchar sus reclamos. Entre ellos los cocineros con sus delantales y las ollas boca abajo.
En diálogo con LT8, Alejandra Amarilla, referente de la agrupación Libres del Sur, explicó la dura realidad por la que atraviesan los comedores comunitarios.
“Esta es una protesta a nivel nacional en reclamo de alimentos que no llegan a los comedores desde hace cinco meses. Y cuando llegan son de muy mala calidad y escasa cantidad. Llega polenta, garbanzo, latas de choclo, maíz pisingallo. Así no se puede cocinar ningún guiso”, señaló Amarilla.
Más adelante, reflexionó: “Cada vez es más difícil mantener las ollas y la copa de leche. Es una vergüenza que el Estado no se haga cargo de los pobres. Esta vez decidimos no cortar la calle y las ollas están en la vereda pero la mayoría vacías. Entendemos que la lucha es siempre en la calle”.
Consultada sobre cómo hacían para cocinar con lo poco o nada que recibían, indicó que “los compañeros se las arreglan como pueden para cocinar pidiendo cosas por los negocios del barrio pero no siempre se consigue”, y agregó: “Es muy triste decirle a un chico que no hay más comida”.
Finalmente, la referente social indicó que desde el gobierno provincial y municipal reciben ayuda pero es muy poca. “No alcanza para todos, así que la dividimos entre todos”.