Mujeres y hombres de la ciudad conmemoraron ayer el Día de la No Violencia Contra la Mujer. El reclamo se renueva todos los años y con números que lo justifican: en Rosario se reciben unas 200 denuncias semanales por violencia de género, hubo tres feminicidios en lo que va del año y el área de atención en violencia de género de la Secretaría de Promoción Social informó que entre enero y octubre de 2014 recibió 907 consultas y tuvo que refugiar a 78 mujeres. La ONG Mujeres de Negro se manifestó ayer en la puerta de los Tribunales provinciales, ubicando 213 sillas negras que representaron a las mujeres asesinadas este año en el país por la violencia de género.
Fue una puesta en escena impactante en la mañana siempre movida en el edificio sede de distintos tribunales y dependencias del Poder Judicial en Rosario. Las 213 sillas negras vacías ocuparon gran parte de la vereda por calle Balcarce y representaban a las mujeres que en lo que va de este año fueron víctimas de la violencia de género.
La presencia de Andrea, Vilma, Roxana, Claudia, Celeste, Julia, Débora, Rosa, Cintia y cientos más le cambió la mañana a las personas que pasaron por ahí y se dieron tiempo a pensar que podrían estar ocupando ese lugar, o que ese lugar podría no existir y cientos de hijos ahora estarían siendo abrazados por sus madres.
“Estamos visibilizando los feminicidios que se produjeron desde enero hasta anoche en todo el país. Son 213 casos que implican que haya 286 hijos huérfanos de madre”, contó Marta Pérez, de la ONG Mujeres de Negro, que organizó la actividad.
“Nos manifestamos en Tribunales porque en muchos de los casos no hay un juicio.
Además, vemos que los actores judiciales, de salud y seguridad no tienen perspectiva de género. Luego de que una mujer hace la denuncia, nadie puede garantizarle la vida”, aseguró.
La mujer destacó también que en Santa Fe han sido siete los feminicidios contabilizados este año, cuando todos los años suelen ser entre veinte y treinta.
“No sabemos si esta baja se debe a que las políticas públicas están siendo bien manejadas y por eso hay menos casos. Sí afirmamos que hay muchas denuncias, que las mujeres ahora se atreven a denunciar”, añadió.
“Antes de la muerte la mujer pide ayuda”
Para Andrea Travaini, directora del Instituto Municipal de la Mujer, a este 25 de noviembre Rosario llegó mejor posicionada que otras localidades. “Por las políticas públicas y por la organización territorial de las mujeres”, sintetizó. Sin embargo, aclaró que mientras haya denuncias y mujeres asesinadas no se puede considerar que Rosario sea el escenario ideal. “Sí es el momento de construir”, manifestó.
El Teléfono Verde recibió este año 1.789 llamadas por violencia de género, 907 de las cuales fueron de mujeres que nunca antes habían hecho una denuncia de este tipo. Las denuncias han aumentado un veinte por ciento desde 2013, cuando se recibieron 752 casos nuevos. “La desinformación sigue siendo alta. Sin embargo, que aumenten las denuncias puede significar que la mujer pide ayuda antes de llegar a la muerte”, señaló Travaini.
Otros números justifican la jornada de lucha: este año, unas 78 madres y sus 135 hijos menores de edad fueron albergados en los refugios que dependen de la Municipalidad de Rosario, conocidos como Alicia Moreau de Justo y Casa Amiga. Además, se realizaron 279 presentaciones en Tribunales bajo la ley de protección integral a la mujer. Este año se produjeron tres femicidios en la ciudad y siete en toda la provincia. Ninguna de las mujeres asesinadas en Rosario había llegado a pedir ayuda a las instituciones que trabajan la temática.
Las manifestaciones de la violencia de género se dan de distintas formas y siempre el último eslabón es la violencia física. Las “otras violencias”, como la psicológica o económica, son más difícil de detectar y afectan a mujeres de todas las clases sociales.
Así, el Instituto de la Mujer ha atendido tanto a grandes empresarias como mujeres de los barrios que no tienen acceso a la a signación Universal por Hijo que ellas mismas cobran.
“El golpe siempre es lo que más asusta, por la vida propia y por la de los hijos, pero por lo general es el último eslabón de una larga cadena de hechos violentos”, explicó Travaini.
“No es el momento ideal pero sí es el momento de construir. Es un buen escenario para avanzar”, explicó la funcionaria municipal, que defendió con énfasis las políticas públicas, el rol del Concejo y de las mujeres organizadas en cada barrio. Además, señaló que, luego del trabajo con los noviazgos violentos, aún queda una larga tarea de concientización en violencia con los hombres y los chicos más jóvenes.
Hay mayor celeridad
“Hay acciones más rápidas. Eso puede ayudar a que los nuevos casos se resuelvan con mayor celeridad, pero los anteriores son muchos y siguen sin respuesta. Sabemos que en la ley no hay retroactividad y no pueden resolverse los viejos casos con el nuevo Código”, explicó Marta Pérez con respecto a la implementación del nuevo sistema de Justicia penal en violencia de género.
En el mismo sentido, señaló que los juzgados de familia tienen falencias respecto a poder analizar una situación con perspectiva de género, aunque resaltó que hay jueces que actúan bien.
“Hay una cuenta pendiente. No hay quien registre quiénes son víctimas de violencia. Por eso no hay estadísticas oficiales en el país. Todas se hacen en base a lo publicado en los medios”, concluyó.