La vuelta del fútbol aparece lejana. A pesar de los más de tres meses de parate, la crisis sanitaria en el AMBA complica la idea original de AFA de comenzar los entrenamientos a mediados de julio. Y ante la presión que ejercen algunos clubes del interior, donde la posibilidad de entrenar está autorizada, Claudio Tapia y Marcelo Tinelli dejaron bien claro que el regreso será en forma conjunta y eso recién sucederá cuando Capital Federal y el área metropolitana estén en fase 4, algo complicado en el corto plazo, ya que esa región podría incluso a volver a fase 1.
De todas maneras, la Asociación del Fútbol Argentino avanzó sobre un protocolo para la vuelta de los entrenamientos, que toma como ejes fundamentales para la seguridad sanitaria contra el coronavirus: el distanciamiento durante los trabajos, los testeos periódicos a los planteles más el análisis de la infraestructura de cada club y la logística de los actores del fútbol.
El procedimiento elaborado por AFA, que por ahora sólo es un borrador no oficial, involucra a los clubes de la Primera División. La idea es elaborar con esa base otro protocolo para las categorías de ascenso, aunque hay cuestiones de infraestructura y costos que tiene el documento de Primera que sería muy complicado de aplicar en muchos clubes de ascenso.
El objetivo del protocolo de AFA es “detectar, rastrear y tratar la enfermedad, compartiendo los conocimientos adquiridos con toda la comunidad científica o médica”, así como también garantizar “la seguridad de deportistas, personal, aficionados y la sociedad en general”.
Por esa razón -apunta el escrito-, la vuelta del fútbol se dará dentro de una “nueva normalidad” luego del período de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
Para facilitar el regreso a las prácticas, el protocolo de AFA, que lleva la firma de su presidente Claudio Tapia, contempla los siguientes tres aspectos de prevención:
1-Higiene y distanciamiento en los entrenamientos.
Respetar la distancia entre personas, al menos 1,5 metros, y no más de 6 jugadores por sesión de entrenamiento en la misma cancha.
Instar a mantener una buena higiene. Evitar tocarse los ojos, la boca y la nariz; toser o estornudar en un pañuelo o en el hueco del codo, cubriendo la boca y la nariz. Tirar los pañuelos en un contenedor sellado.
Desinfectar el equipamiento deportivo regularmente, así como las zonas por donde más personas circulen. Evitar compartir el equipamiento deportivo como, por ejemplo, las botellas de agua.
Contar con estrategias para limitar el contacto/interacción. Por ejemplo, en un edificio, establecer caminos de dirección única y mantener las puertas abiertas. Evitar darse la mano y cualquier otro contacto físico. Evitar la salivación en cualquier lugar y forma. Prohibir compartir cualquier tipo de infusión, especialmente el mate. Dormir y comer de forma adecuada.
2-Testeos y seguimiento
Hacer un seguimiento de cerca de los participantes para advertir síntomas típicos del coronavirus. Implementar las medidas de protección recomendadas, incluidos chequeos médicos diarios (desde la exploración para detectar síntomas respiratorios o fiebre hasta la prueba de laboratorio de la COVID-19).
Realizar pruebas específicas del sistema respiratorio, cardíaco y músculo-esquelético, según indicaciones de los profesionales sanitarios.
Realizar test a los participan-tes del fútbol, según la disponibilidad y fiabilidad delos test. Es importante que las pruebas sean públicas (que no se obtengan y utilicen privando de ellas a la sanidad pública nacional y local).
Una propuesta de procedimiento de chequeo de la COVID-19 sería la siguiente: realizar el test de la COVID-19 a todos los futbolistas: el primer test se realizará 72 horas antes de reanudar la actividad futbolística para evitar los falsos negativos (personas asintomáticas portadoras del virus). El segundo test se realizará antes de la primera sesión de entrenamiento, y luego semanalmente.
Después se harán pruebas a los participantes del fútbol, ya sea en casa o en los lugares indicados en los clubes por los médicos, siguiendo las pautas de higiene y las medidas de protección recomendadas.
Aquellos participantes en el fútbol que den positivo en la prueba no podrán realizar ninguna actividad futbolística y deberán seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias del país.
Cada club deberá contar con un presupuesto mensual de 750.000 pesos para realizar los testeos al plantel profesional. El costo estimado de cada prueba es de 1.500 pesos y la AFA estipula hacer al menos cinco tests al mes a cada integrante. En promedio, unas 60 personas componen un plantel entre jugadores, cuerpo técnico, médico y personal auxiliar. En el gasto global también se prevé el costo operativo del proceso de detección (personal para la extracción, traslados a los distintos clubes, materiales específicos y condiciones de higiene).
3-Precauciones en los desplazamientos y las instalaciones
Desinfectar los medios de transporte utilizados para acudir a partidos o entrenamientos. Desinfectar el lugar de alojamiento, los sitios dónde se preparen las comidas y los canales de distribución. Trabajar con el personal mínimo para reducir el riesgo de contagio. Aplicar y mantener las medidas de distanciamiento físico.
Finalmente, el protocolo de la AFA toma en cuenta los siguientes factores al momento de evaluar los riesgos durante los entrenamientos:
a-La normativa nacional y específica para el deporte.
b-Las pruebas del contagio de COVID-19 entre la sociedad, a nivel local y nacional.
c-Los requisitos de desplazamiento desde las zonas donde exista contagio de COVID-19.
d-La cantidad de jugadores y oficiales involucrados.
e-La presencia de grupos de riesgo (mayores de 65 años, personas con patologías previas).
f-La infraestructura médica y sanitaria disponible en los lugares donde vayan a producirse los entrenamientos.
g-Las restricciones en los desplazamientos y consejos respecto a los lugares a donde vayan a trasladarse los participantes.