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Provincia y municipio están de acuerdo: mano dura con las motos

Por Diego Montilla.- Siniestros y robos empujan nuevas medidas. Ahora se pondrá la lupa en la renovación del carné y sobre las concesionarias.

El municipio “acompaña, comparte y avala” los cambios propuestos desde la provincia que buscan “endurecer” las condiciones a la hora de renovar el carné para conducir motos así como también la aplicación de sanciones a las concesionarias que entreguen los rodados 0 kilómetro sin que el comprador haya iniciado los papeles, entre otras medidas que se suman a las que ya están en vigencia, como la prohibición a las estaciones de servicio de vender combustible a motociclistas sin casco u otra de reciente aprobación en el Concejo que encomienda a la Municipalidad explorar la posibilidad de colocar señalización electrónica en esos vehículos para evitar y resolver robos. En conjunto se trata de una batería de nuevas medidas para enfrentar una situación compleja: la cada vez mayor cantidad de muertos en siniestros viales, la gran cantidad de camas ocupadas en el Heca por motociclistas y las hasta 90 motos semanales que son secuestradas en operativos por no tener patente y ni sus conductores licencia.

“Nosotros estuvimos en la reunión del Consejo Provincial de Seguridad Vial donde se vio la temática de motos. En las grandes ciudades tenemos el mayor índice de siniestralidad en esos rodados. En el Heca cada diez camas de terapia intensiva siete tienen que ver con accidentes de tránsito, la gran mayoría por motos. A su vez, la gran mayoría de estos son por no utilizar el casco porque justamente las lesiones craneales son las más graves porque terminan con la vida o una inhabilitación fuerte. De manera que pensar en tener exigencias mayores, las compartimos y las avalamos”, destacó a El Ciudadano la directora de la Agencia de Seguridad Vial municipal, Clara García.

Uno de los aspectos de la compleja problemática que preocupa al municipio es la gran cantidad de personas que conducen motos a lo largo y ancho de la ciudad sin tener licencia. “Tenemos que insistir con esto. Esta exigencia se está planteando para la renovación de quienes la tienen pero lamentablemente en los operativos nosotros encontramos todas las semanas 30, 50, hasta 90 motos que no tienen la patente o no tienen la licencia”, remarcó la funcionaria.

“Nosotros tenemos hoy en el corralón de calle Moreno más de cuatro mil motos que no fueron retiradas. No fueron retiradas o porque no están patentadas o no tienen la licencia. Eso nos da la pauta de una gran cantidad de infracciones. También se les hace muy difícil porque ya tienen una deuda de patente, una deuda del Registro de Propiedad Automotor y demás faltas. Por eso compartimos que los concesionarios también sean responsables de que estos rodados estén en la calle”, añadió.

Más adelante, García recordó que “en general las motos de mayor cilindrada son las que más cumplen”. Y explicó que un motivo no menor es que en general quien las compra tiene poder adquisitivo para hacerlo, y conocimientos de la normativa que las incluye. “Además las compran en concesionarias oficiales que están realmente muy controladas”, continuó García.

El problema se da en el otro extemo: “En cambio, en las de menor cilindrada, por ahí son muchachos jóvenes, que recién empiezan, que llegan «hasta ahí» y que no conocen el riesgo y que ponen a su propia vida, a quienes llevan. Allí es ahí donde hay más informalidad”, ilustró la funcionaria.

Con respecto a la obligatoriedad de cargar nafta con casco y si se estaban llevando adelante los controles, la titular de la Agencia adelantó que hay previstas “una serie de jornadas de sensibilización”, además de los controles que esta semana se extremaron abarcando turnos de mañana, tarde y noche, y prácticamente todos los distritos de la ciudad. Por distintas faltas 35 motos fueron remitidas desde Avellaneda y Presidente Perón el martes; otras 15 desde la cabecera del puente Rosario-Victoria el viernes y otras dos de Dorrego y Santa Fe anoche.

Con vasta normativa en mano y más en camino, el escollo es hacerla cumplir. “No queremos que el hilo se corte por lo más delgado, la responsabilidad del control es nuestra y la asumimos, pero el rol que tiene el playero y el entendimiento de cómo en  esta interacción con la persona que no lleva casco es muy importante y hay una buena predisposición”, señaló.

“El control induce a mejores conductas y es una forma de educación vial también. Incluso antes de la multa. La multa tiene una sanción económica pero lo importante es no llegar a que la infracción se cometa. Nosotros tenemos muchas cámaras fotográficas y videocámaras que si bien tienen algún cartel que remiten a que allí se encuentra un control nos parece importante volver a poner en escena la señalética para que la gente no cometa la infracción. No nos preocupa que quede en claro dónde están los controles más allá de que muchos son rotativos. Muy por el contrario, nos interesa que se sepa que se controla porque eso induce a tener una conducta de cumplimiento de las normas, que en definitiva es cuidarse uno mismo”, concluyó García.

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