Con la mirada puesta en garantizar un comienzo de clases sin paros el 29 de febrero y frente a la preocupación por los reclamos docentes en pro de subas de al menos el 35 por ciento, crece el número de gobernadores que no descarta la posibilidad de activar una paritaria semestral, con renegociación a mediados de año en función de la inflación.
Esa variante se encuentra en la agenda de opciones –en voz alta o por lo bajo– en al menos tres de las provincias grandes, dueñas de una importante tajada de la matrícula escolar nacional: Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, gobernadas por la macrista María Eugenia Vidal, el peronista Juan Schiaretti y el socialista Miguel Lifschitz, respectivamente.
Los dos primeros distritos –de buena sintonía con Mauricio Macri– disparan esta semana el round salarial con los maestros: Vidal ayer y Schiaretti mañana.
La posibilidad de negociar dos veces al año también fue explorada en la paritaria docente nacional, en la cual se discute el incremento del salario mínimo de los maestros a nivel país, hoy de 6.060 pesos.
Según fuentes gremiales, en la anteúltima reunión el ministro de Educación, Esteban Bullrich, no descartó el esquema de “acuerdos cortos”, aunque en el último encuentro con los sindicatos no fue parte de la agenda.
Por eso habrá que esperar al próximo cónclave paritario con Bullrich para ver si se refleja en esa discusión la línea amplificada ayer por el ministro de Trabajo nacional, Jorge Triaca, respecto de que “si es una solución, más allá de lo engorroso que es negociar cada seis meses”, lo van a respaldar.
Por de pronto, en Córdoba, el ministro de Educación, Walter Grahovac, se mostró a favor de “acuerdos a corto plazo, de 6 meses” porque, dijo, “en los segundos 6 meses la situación se puede revertir”. “No podríamos dar un aumento hoy en términos anuales sin saber la evolución de la economía”, afirmó.
Por esa senda incursionó además el ministro de Economía de Santa Fe, Gonzalo Saglione. “Siempre es conveniente resolver el año; es lo ideal, pero si las condiciones no lo permiten no descarto de plano hacer en dos veces las negociaciones”, aseguró, además de remarcar que se trata de “un escenario de bastante incertidumbre”.
En el gobierno bonaerense, en cambio, se mostraron más cautos. En el marco de la paritaria que arrancó ayer –sin avances y con posiciones distantes–, fuentes locales dijeron que la posibilidad de una discusión en dos tramos “es una de las alternativas”, atada en rigor a la marcha de las conversaciones.
En cambio, en Mendoza, desde el gobierno del radical Alfredo Cornejo aseguraron anteayer a este diario que por el momento no bucean esta variante. El mandatario –también alineado con Macri– activará las negociaciones mañana, y ya aclaró que no podrá replicar el 35 por ciento de suba que otorgó en 2015 el justicialista Francisco Pérez.
En este delicado marco, ayer se retomó la discusión salarial nacional, de la mano del debate en mesas técnicas y sin la presencia de Bullrich y de los secretarios generales.
Un día antes, el titular de UDA, Sergio Romero, marcó la cancha en una pulseada que avanza por cuentagotas ante el tope del 25 por ciento que ventila –con desmentidas incluidas– la Casa Rosada y los incrementos de hasta el 50 por ciento que exigen los sindicatos.
Con la mirada en ese round “tripartito”, Romero resaltó que deberán ser de la partida, además, Triaca y miembros del Consejo Federal de Educación. Pero también pedirá que participe el titular de la cartera de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay. “Con Bullrich no alcanza”, dijo.