Desde este miércoles psicólogas y psicólogos podrán atender pacientes de forma presencial y se suman a la lista de profesionales habilitados a ejercer en cuarentena junto con las y los psicopedagogos y nutricionistas. La resolución del Ministerio de Salud establece que la atención será con turno previo y siguiendo un protocolo de higiene para quienes no accedan al tratamiento de forma virtual. La medida responde a un reclamo de las y los profesionales por continuar con la atención iniciada antes del aislamiento social y obligatorio, al entender a la salud mental como parte de una concepción integral de salud.
“Celebramos esta modificación. Pone a resguardo la salud mental de la población y se reconoce el papel fundamental que tiene dentro de la salud integral”, dijo a El Ciudadano Nilde Cambiaso, presidenta del Colegio de Psicólogos y secretaria general de la Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fepra).
Salud integral
Sara Stefani es psicóloga desde hace cuatro años. Antes de la pandemia atendía a 18 pacientes en su consultorio, pero desde el decreto de aislamiento social y obligatorio sólo 3 aceptaron continuar el tratamiento de manera virtual. “No todos los pacientes tienen un espacio físico y privacidad necesaria para mantener sesiones. Otros no se sienten cómodos hablando a una computadora o un teléfono celular. Una sesión no admite terceridades y, para muchos, la tecnología lo es”, contó la psicóloga.
La situación se repite entre los casi 6 mil matriculados en Rosario ya que, según contó Stefani al consultar con un grupo de colegas, sólo un 25 por ciento de pacientes aceptaron la terapia virtual.
“Pensar la concepción de salud no es sólo física. Hay que contemplar la parte emocional. La mayoría de los psicólogos no tomamos pacientes nuevos porque iniciar terapia en cuarentena no es lo mismo. La modalidad virtual fue una alternativa para pacientes que ya seguían”, agregó Stefani.
La medida de no interrumpir con los tratamientos ya iniciados, y continuarlos de manera online, fue consensuada por la Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fepra) y adoptada por el Colegio de Psicólogos de Rosario desde el inicio de la cuarentena. Tiene como objetivo garantizar el derecho de las personas a acceder a tratamientos para la salud mental, sin descuidar las medidas de higiene y seguridad ante la pandemia.
Pero la baja aceptación de la propuesta por parte de pacientes llevó a un pedido de las y los profesionales de salud mental para que el gobierno nacional y provincial incluya la práctica dentro de las excepciones al aislamiento.
La semana pasada, el gobierno de Santa Fe habilitó a nuevos rubros a ejercer durante la cuarentena, pero las y los psicólogos, psicopedagogos y nutricionistas no formaban parte de esa lista. La exclusión despertó el rechazo de profesionales de psicología porque entendían que había un desconocimiento de la especificidad de la ley de salud mental.
El reclamo llegó a oídos de las autoridades y este martes una nueva resolución habilitó a ejercer su profesión “ante la imposibilidad de la utilización de una plataforma virtual y en la medida de que la urgencia lo requiera, que puedan realizar las actividades de manera presencial, con atención programada y sistema de turno previo, todo ello sujeto a la presentación previa y aprobación de los respectivos protocolos por parte de este Ministerio”.
Desde el Colegio de Psicólogos informaron que ya tiene listo un protocolo de atención basado en medidas aplicadas en otras provincias y consensuado con especialista de higiene y seguridad. Esperan la aprobación ministerial para comenzar la atención presencial.
Obras sociales
La titular del Colegio de Psicólogos informó que algunas obras sociales y prepagas no reconocen los tratamientos virtuales. “Con algunas no tuvimos inconvenientes en autorizar la práctica remota, otras quieren pagar sólo un porcentaje de la presencial como si la virtual fuera de menor jerarquía, y unas 3 o 4 se negaron a cubrirla”, contó.
Desde el Colegio local y la Federación nacional reclamaron en la Superintendencia de Servicios de Salud, el organismo que regula el funcionamiento de obras sociales y prepagas, y elevaron el pedido de intervención al secretario de Gabinete Santiago Cafiero.
“Entendemos que la falta de cobertura es contraria a las disposiciones nacionales. Desde la Superintendencia nos respondieron que queda en la potestad de cada obra social instrumentar las maneras de reconocer esas prácticas. Le pedimos al gobierno que la Superintendencia controle a las obras sociales y prepagas y sancione a las que no cumplen”, concluyó.
La falta de cobertura atenta contra el derecho a la salud mental de las y los pacientes y también al reconocimiento del trabajo de psicólogas y psicólogos en un contexto de aislamiento social. “Atendemos al paciente y no sabemos si vamos a cobrar. Seguimos trabajando porque es un afectado más y dejarlo sin atención es poco ético”, dijo Stefani, y agregó: “Estamos en una situación crítica. La mayoría somos monotributistas de las categorías más bajas. Pedimos el IFE y si bien en un primer momento nos lo aprobaron, luego lo denegaron por pertenecer a una caja de seguridad que es obligatoria y costosa, ya que el abono mensual es por edad y no por ingreso. Estoy en la segunda categoría, pago 5 mil por mes entre aportes a caja y obra social y cuando empezás a ejercer te cuesta mucho esfuerzo juntar ese dinero”.