Por Hernani Natale / Télam
Un cancionero integrado por diez obras surgidas de un taller de composición para artistas travestis, trans y no binarias de todo el país coordinado por Susy Shock y Javiera, cuya temática gira en torno a las infancias, será lanzado el próximo 13 de octubre por el Instituto Nacional de la Música (Inamu) y distribuido en 300 instituciones educativas musicales.
Se trata de «Brotecitos, Nuestrans Canciones», una publicación que estará disponible para su descarga gratuita en la página oficial del Inamu y que al sumarse a lanzamientos anteriores de este tipo dedicados a la obra de creadores como Luis Alberto Spinetta, el Cuchi Leguizamón y Tránsito Cocomarola, otorga no solo visibilidad a este colectivo artístico, sino una fuerte puesta en valor.
El cancionero es el producto final de un largo proceso que tuvo su origen en unos talleres de composición realizado por las artistas Susy Shock y Javiera, en el marco de un proyecto llamado «Voz propia», presentado al CCK, que decidió incluirlo entre las actividades previstas para la iniciativa «Nosotras movemos el mundo».
Así se motorizó una serie de encuentros de manera virtual con artistas de todo el país, quienes orientaron sus canciones a la temática referida a las infancias, con el afán de poder ayudar a que nadie se sienta desplazado por su condición o sus deseos personales.
Las canciones tuvieron su presentación en el escenario del Centro Cultural y, acto seguido, el Inamu decidió, en el marco de la fuerte agenda de género que aborda desde el 2018, reunirlas en un cancionero de libre acceso y que, además, estuviera disponible en instituciones educativas.
«En lo personal, vengo haciendo talleres desde hace unos cuantos años con mi comunidad porque es urgente, es vital que nosotres hablemos por nosotres. Que dejemos de estar tutelades por un otro que nos desconoce o lo hace con prejuicios. Así nació con Javiera el proyecto `Voz propia´», contó a Télam Susy Shock, una de las coordinadoras.
La idea fue llevada al CCK, que la cobijó entre los proyectos que fueron parte del ciclo «Nosotras movemos el mundo», y culminó en la presentación virtual de las canciones surgidas en el taller por artistas de todo el país.
«Que un lugar así nos diera el espacio nos hizo sentir importantes, porque nos dio la sensación de estar siendo valorades, sí por nuestras particularidades identitarias, pero también mucho por nuestro valor artístico, en el sentido de poder cumplir con un espectáculo, con una filmación, de una manera muy grata para nosotres», apuntó Javiera ante esta agencia.
Tras esta presentación, el Inamu reunió estas composiciones «con una doble misión: la edición de un libro con letras y partituras para tocar, que hasta ahora venían siendo de músicos célebres, y alinearlo con la agenda de género», explicó, por su parte, Paula Rivera, vicepresidenta de la institución.
Esta intervención no solo dota de un fuerte un valor simbólico a este material, sino que además presenta apoyo concreto a los artistas, debido a que recibieron en su totalidad asesoramiento legal para registrar sus obras.
«El Inamu lo que hizo fue tomar la última mano de lo que se venía dando, que fue la creación del libro. Es una edición con finalidad pedagógica. Va a ir a las instituciones educativas para que estén a disposición de los docentes, nuevas estéticas, nuevas miradas y nuevas formas de decir. Yo hablo de legitimar. Se legitima al darle un marco institucional, se le permite visibilizarse desde otro lugar», destacó Rivera.
En cuanto al producto final, el cancionero «es bastante ecléctico, con una raíz en general folclórica, pero también de otros ritmos; y empezamos a aunar una idea en común que es desde las infancias, nuestras propias infancias. La infancia que tenemos que recatar de nosotras mismas», según detalló Susy Shock.
«La idea era no quedarse en la idea de victimización de nuestras realidades, por eso `Brotecitos´, pensar en las infancias, en crear un mundo diferente. Buscamos encontrar otro aspecto que tiene que ver con la ternura, con la dulzura y con la libertad de nuestras experiencias. Es una reconciliación con esa niñez que aspira a cosas hermosas y luego, el tiempo te dicen que no podés, que no sos», amplió, por su parte, Javiera.
En este punto, celebró la confección de este cancionero y su distribución en instituciones educativas porque «personas que no tienen garantizado el reconocimiento de sus existencias tal cuál son, de repente, no solo se están realizando como artistas, sino que son reconocidas por el Inamu y son distribuidas como obra de estudio».
En este punto, las entrevistadas reflexionaron sobre los aportes que artistas travestis, trans y no binarias traen a la escena musical en general a partir de su creciente fuerza.
«Hay un discurso de los contenidos. No creo que hayamos producido o tengamos la urgencia de producir una música trans. Yo creo que en todo caso hay que pelear un discurso y hay que disputar una hegemonía heterosexual que se solo se lee a sí misma y que disciplina a partir de eso. Es un sistema que mata, agobia, disciplina a todo aquel que no es heterosexual, entonces tenemos que hablar nosotres mismos porque ha habido un ‘identicidio'», manifestó Susy Shock.
«Yo creo que no hay un género musical trans así como no hay un género musical rubio, o de gente alta, o de varones o mujeres. Sí hay una particularidad que es la diversidad de estilos que surgieron. Es lindo ver la armonía que se genera entre las distintas canciones tan diferentes. Lo que tenemos en claro es que la diversidad de géneros puede convivir en una armonía de belleza», expresó, a su turno, Javiera.
Respecto al aporte de esta movida, Paula Rivera destacó que «más allá de lo lírico, viene con todo un nuevo mensaje, una nueva visión, una nueva estética de empezar a reintepretar todo lo que había».
«Está buenísimo entender que eso también retroalimenta lo otro. Sin dudas, va a ser un refresh para toda la música argentina. No puede ser el mismo el rock dentro de 15 años, luego de esta movida. O el jazz. Es inevitable el cambio», remató la vicepresidenta del Inamu.