El Registro Civil Central de España publicó este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) los nombres de 4.427 españoles que murieron en los campos de concentración nazis de Mauthausen y Gusen, en Austria, adonde fueron deportados con la participación de la dictadura franquista.
La medida permitirá que estas víctimas sean incorporadas en el propio Registro Civil Central como fallecidas, una condición que hasta el día de hoy no tenían.
Los familiares y allegados de estos españoles tendrán un mes para presentar alegaciones en caso de errores, antes de que se consume la inscripción en el registro.
La iniciativa forma parte de las medidas recogidas en la ley de Memoria Histórica aprobada por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2008) “como agradecimiento y reparación a los más de diez mil españoles que fueron deportados por el régimen franquista a los campos de concentración nazis”, dice el Ministerio de Justicia español en un comunicado.
Estas personas eran en su mayoría republicanos españoles, no judíos, que habían huido en España y se encontraban en la Francia ocupada por los nazis. Por decisión del gobierno del dictador Francisco Franco (1939-1975) estaban desprovistas de su nacionalidad española, con lo que fueron declarados apátridas y trasladados a distintos campos de concentración al mando de los oficiales de las SS, en los cuales casi cinco mil perdieron la vida.
Existen pruebas documentales de la participación activa y pasiva del régimen franquista en esas deportaciones.
El caso más emblemático fue el “convoy 927” integrados por hombres, mujeres y niños españoles que el 24 de agosto de 1940 fueron deportados a Mauthausen desde el campo francés de Les Allierns, cercano a la ciudad francesa de Angoulême, en el sudoeste galo.
Estos 927 españoles fueron los primeros prisioneros en llegar al campo de Mauthausen, uno de los símbolos del Holocausto y el exterminio llevado a cabo por los nazis.
El antiguo campo de concentración nazi de Mauthausen –que no era de exterminio, como el de Auschwitz y otros– estaba dedicado a crear mano de obra esclava y era uno de los lugares más temidos por los deportados, ya que era el único campo de la “categoría III”, lo que suponía “la aniquilación a través del trabajo”.
Ese campo se extendió hasta conformar con la cercana localidad de Gusen un complejo de campos de concentración centrados en los trabajos forzados.
Hasta ahora, las historias de los españoles en campos de concentración nazis se habían conocido sobre todo de manera extraoficial, al través del testimonio de los supervivientes. Una de las iniciativas es la web “deportados.es”, que reúne fotografías, videos y testimonios de personas que lograron sobrevivir a la máquina de muerte el III Reich dirigido por Adolf Hitler.
A pesar de estas iniciativas y de los archivos que existen en otros países, como Alemania o Francia, muchos familiares de republicanos españoles que huyeron del franquismo y acabaron en manos de los nazis desconocían el paradero de sus seres queridos, por no existir un registro oficial.
Un ejemplo es María Dolores Valeros, sobrina nieta del deportado Martín del Amor Hurtado: “Creíamos que había huido a Argentina, ahora sabemos que fue asesinado en Mauthausen”, explicó al sitio español El Diario.
El pasado 26 de abril, el Consejo de Ministros español con el presidente socialista Pedro Sánchez a la cabeza aprobó la instauración del día 5 de mayo como día del homenaje a los españoles deportados y fallecidos en Mauthausen y en otros campos y a todas las víctimas del nazismo en España.