Por Flavia Campeis / Especial para El Ciudadano
“A vos te pasa lo mismo que a mí”, le dijo una chica de 14 años a su hermana de 21 luego de que la joven intentara quitarse la vida en dos oportunidades. Así se desencadenó la denuncia de las cuatro hermanas de Puerto Gaboto, quienes se animaron a contarles a su madre lo que sufrían y terminó este viernes con la detención de tres hombres, familiares de las víctimas, acusados de violarlas durante años. Todos son vecinos en esa localidad de poco más de 2900 habitantes, ubicada a orillas del río Coronda en el Departamento San Jerónimo y distante a 75 kilómetro al norte de Rosario.
Dos de los detenidos, Fernando y Gastón I., de 27 y 37 años, son los tíos paternos de las víctimas, y empleados de la comuna local, mientras que Gastón A., de 41, es el padrino de una de las chicas y policía, trabaja en Rosario en la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Los tres serán imputados este domingo a las 8 por “abuso sexual simple y abuso gravemente ultrajante”, en una audiencia que será vía zoom en la que intervendrá la fiscal de San Lorenzo Melisa Serena, quien adelantó que pedirá la prisión preventiva efectiva.
Los allanamientos donde se los detuvo fueron en los domicilios de los acusados, y estuvieron a cargo del personal de Asuntos Internos de Rosario, por ser uno de los detenidos policía. También colaboró el personal de la Agencia de Trata de Personas.
La denuncia
La primera denuncia la hizo la madre de las víctimas el pasado viernes 9 de abril cuando se comunicó con el abogado Sebastián Darrichón y le expuso la situación por la que pasaban. Puntualmente se acercó al abogado a pedirle ayuda porque la mayor de sus hijas había intentado suicidarse en dos oportunidades.
Allí empezó la investigación y la articulación con asistencia psicológica. “Una de las hermanitas dijo que ella sabía por qué su hermana más grande tomaba esa decisión y le dijo: «A vos te pasa lo mismo que me pasa a mí»”, contó Darrichón en referencia a lo que la adolescente de 14 años le dijo a la de 21, luego de los dos episodios en que intentó atentar contra su vida; ella sabía que se quería quitar la vida porque su tío la abusaba, y a ella le estaba pasando por lo mismo.
Los testimonios de ambas desencadenaron el de otras dos hermanas. Así las chicas, de 7, 14, 15 y 21 años, declararon que los tres hombres las violaban desde aproximadamente sus seis años y que las violaciones se extendieron en el tiempo.
Ese mismo día, el abogado acudió con la madre de las víctimas y la mayor de ellas a para hacer la denuncia en el Área de Investigación de Violencia de Género Sexual y Familiar, conocida como Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, donde les tomaron la denuncia y se amplió la investigación.
“Se generó un efecto en cadena, todas se dieron cuenta que sufrían lo mismo a manos de las mismas personas en distintas oportunidades”, expresó Darrichón y contó que así fue como las cuatro hermanas lograron contar que fueron violadas por dos de sus tíos, con los que compartían cotidianeidad mientras sus padres trabajaban y también otras dos señalaron que fueron abusadas por un tercer hombre, padrino de la chica de 14.
Más voces
La detención de los tres hombres, en un pueblo donde todos se conocen, posibilitó que otras chicas que podrían haber pasado por situaciones similares se acercaran a las víctimas para contarles sus historias. El abogado Darrichón aseguró que esperan que en los próximos días se presenten más denuncias contra los mismos acusados. Incluso se investiga si los hermanitos varones de las denunciantes también fueron víctimas de los agresores sexuales.
Antecedente
El martes pasado fue condenado en San Lorenzo Enrique Pochón, el bermudense que violó a su hija Bianca durante 13 años y la dejó embarazada. En su testimonio, la joven, había pedido que su caso sirva para visibilizar otras situaciones de violencia. El abogado de las cuatro chicas de Gaboto aseguró que, si bien las víctimas no conocían el caso, él se los contó para que puedan tener tranquilidad de que la denuncia podía llegar a buen destino. “La primera vez que fui a la casa porque la mamá me llamó buscando ayuda, les conté del caso de Bianca y le di todas las seguridades que ellas necesitaban para poder tomar la decisión de denunciar”, contó.