Todos contra todos. El gobierno provincial responsabiliza a la empresa TPR por el conflicto portuario que se extiende por dos meses y medio, mientras que la propia concesionaria y el sindicato que nuclea a los estibadores le echan la culpa a los cinco trabajadores no reincorporados -en el marco de un acuerdo ministerial al que las partes llegaron el pasado lunes- por la falta de actividad en el Puerto de Rosario. En este marco, este viernes fracasó una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial entre la representación legal de los despedidos y la firma integrada por la cuestionada Vicentin y la chilena Ultramar.
En las últimas horas, el presidente del Enapro, Guillermo Miguel, le notificó al titular de la concesionaria Terminal Puerto Rosario (TPR), para que la empresa retome la actividad logística de manera inmediata. Por su parte el gobierno provincial insiste con que, más allá de las protestas de un grupo de estibadores, están dadas las condiciones de seguridad para retomar las operaciones portuarias.
El ministro de Trabajo provincial Juan Manuel Pusineri afirmó que el Puerto de Rosario «está parado por responsabilidad absoluta de la empresa» concesionaria, mientras un grupo de cinco estibadores despedidos mantiene el bloqueo a las terminales con apoyo de partidos políticos de izquierda.
«Es la empresa la que debe convocar a los trabajadores», sostuvo el funcionario sobre la paralización de las actividades en el Puerto de Rosario, tras el acuerdo alcanzado este lunes entre la concesionaria TPR y el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa).
Luego de dos meses y medio de paros y conflictos, las partes arribaron a un entendimiento que fue rubricado el lunes en el Ministerio de Trabajo de la Nación, por el cual se levantó la medida de fuerza del Supa.
Sin embargo, cinco estibadores que originalmente habían sido despedidos con causa, aunque luego del gremio acordó con la empresa que fueran indemnizados, mantienen desde el lunes un bloqueo al ingreso a las terminales.
El ministro Pusineri agregó que «son unas 15 ó 20 personas las que están manifestándose, y pueden hacerlo». Y señaló que la empresa «también pueden recurrir a la Justicia» para levantar el piquete.
Aseguró que «el gobierno dispuso de un fuerte operativo de seguridad que puede garantizar que los trabajadores, si on convocados por la empresa, ingresen, trabajen y salgan sin riesgo».
César Aybar, secretario general del Supa, le explicó a Télam que «la empresa convocó a los trabajadores pero no los dejaron entrar. Los amenazaron de muerte, les dijeron que les iban a romper la cabeza y no pudieron entrar los muchachos», lamentó el gremialista portuario.
El Supa acordó con la concesionaria Terminal Puerto Rosario (TPR) la reincorporación de 20 de los 25 estibadores cesanteados, un incremento salarial en paritaria del 90 por ciento anual con cláusula de revisión, el pago de una parte de los días caídos y el bono de fin de año para los reincorporados.
Además, el acuerdo prevé el pago de las indemnizaciones a los cinco despedidos, que habían sido desvinculados con causa justificada por presuntos destrozos durante las protestas.
Sin embargo, ese grupo no acató el acuerdo y desde el lunes mantiene bloqueado el ingreso al puerto, con el apoyo de organizaciones y partidos de izquierda que sumaron su solidaridad.
Por su parte Leonardo Feltrinelli, vocero de la empresa TPR, responsabilizó a los cinco estibadores despedidos con causa: “El lunes se firmó un acuerdo en el Ministerio de Trabajo de la Nación entre el Supa, la empresa y la ministra Kelly Olmos», ratificó el directivo.
«En ese acuerdo se otorgó un aumento salarial de casi el 80 por ciento de los estibadores, que lleva los salarios 330 mil pesos en marzo, además de reconocer un porcentaje muy significativo de los jornales no trabajados en noviembre y diciembre. También se reincorporarán a 20 de los 25 trabajadores despedidos», enumeró Feltrinelli.
«Había un límite para nosotros y era la no reincorporación de cinco trabajadores que se mostraron muy violentos y para los cuales se elaboró un acuerdo especial de salida y para quienes está disponible una indemnización. Incluso considerando que todos ellos fueron despedidos con causa», advirtió el directivo de TPR.
«Estamos convocando a los estibadores en todos los turnos y nadie se presenta. Sabemos del temor que existe a las represalias, todo generado por un grupo minúsculo asociado a estas personas que ya no pertenecen a la empresa”, enfatizó Feltrinelli.
Hugo, vocero del grupo de los cinco portuarios despedidos con causa, reconoció que sólo quieren volver a trabajar. “No le estamos prohibiendo la entrada a los compañeros. Sabemos que con esa medida se corre el riesgo de que se abra un antecedente para nuevos despidos. Por eso estamos acá, para decirles tanto a la empresa como al sindicato que lo único que queremos es trabajar y que no quede nadie afuera”.
Y agregó: “Hoy entró un colectivo con policías y otros se quedaron montando guardia. No queremos llegar a episodios violentos con la policía. Entendemos que es su trabajo, pero lo único que pretendemos es que todos entremos a trabajar”.