Espectáculos

Puesta para niños del elenco estable de Arteón

El grupo "Los Titiriteros" perteneciente al teatro Arteón, ofrece las últimas funciones de "Piecitos descalzos", un obra que aboga por los derechos del niño. Viernes y domingo a las 16,30 y el sábado en el particular horario de las 11,30, en Sarmiento al 700.


Los tres integrantes del elenco estable del Arteón, que llevan adelante “Piecitos descalzos”.

Con la con clara decisión de producir un teatro que desde la apropiación de los objetos (en este caso, títeres de manopla, varilla, vara y guante) busque poner en discusión problemáticas que afectan a los chicos, Los Titiriteros, compañía perteneciente al teatro Arteón (Sarmiento 778), ofrece por estos días las últimas funciones (al menos en vacaciones de invierno) de Piecitos descalzos, espectáculo que se podrá ver hoy y el domingo, a las 16.30, y mañana, a las 11.30.
La propuesta, que cuenta con el auspicio de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe y la Secretaría de Cultura municipal, describe las andanzas del zapatero Remendón, quien tiene un taller animado donde Tachuela y Martillo, y su ayudante Taquito, reparan zapatos de adultos, al tiempo que Remendón recorre la provincia en búsqueda de historias de niños que por algún motivo quedan con los “piecitos descalzos para pisar la tierra de los derechos”. En su recorrido, el singular personaje se encuentra con la historia de Delfina y Julito, y también con la de Pelusón y Sultán, “historias de seres diferentes que serán grandes amigos, porque no hay nada mejor que sentirse acompañado”, según adelantan acerca de esta historia que busca, desde su fábula, entablar un diálogo con los derechos del niño.
“Es un espectáculo que montamos a partir del elenco estable de títeres de Arteón, al que simplemente hemos denominado Los Titiriteros”, adelantó Christian Álvarez, uno de los integrantes del equipo junto con Sebastián Oficialdegui y Javier Pérez, propuesta que cuenta con música original de Jorge Canepa, bajo la supervisión artística de Néstor Zapata.
Respecto de la temática de la propuesta, donde se pone en jaque el interés de los niños acerca de una historia que habla, precisamente, de ellos, el creador analizó: “Nosotros, como equipo de trabajo, creemos en la sabiduría de los niños del mismo modo que en la inocencia, que es algo que traspasa todos los sentidos. Los adultos cargamos con la hipocresía, y quizás si no nos gusta algo no lo decimos; en cambio los niños son honestos y hasta crueles con lo que les pasa frente a una propuesta artística. De todos modos, sentimos que es lo mejor que nos puede suceder como artistas: estar permanentemente interpelados por la sinceridad de los niños”.
Con relación a la formación de un público que, quizás, pisa una sala teatral por primera vez, Álvarez detalló: “Es un tema complejo porque se deben tener en cuenta muchos aspectos en relación con la mirada de los chicos, pero también frente a los padres, porque los chicos no vienen solos al teatro. Por lo general, es un tema que se soslaya, y los adultos también son artífices y partícipes de la propuesta, y mucho más, si se tiene en cuenta el prejuicio que hay sobre el teatro de títeres, que se piensa que es excluyente de los niños, y no es así. Por lo tanto, nuestra propuesta está apuntada a dejar un mensaje para toda la familia, que tiene que ver con los  derechos que tiene todo niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas apropiadas para su edad, y a participar libremente, juntos con los demás niños, de la vida cultural y de las artes”.

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