El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, recibió a los agentes de la Policía Comunitaria que este lunes rescataron a un chico discapacitado que había caído al río. Aprovechó la oportunidad para hablar sobre seguridad y la necesidad de endurecer las penas, que a su criterio fueron creadas en otro contexto.
Cristian es el agente que protagonizó el rescate. Y contó: “Estábamos patrullando y desde el 911 nos avisan que un hombre se había arrojado al río en la zona de los Silos Davis”. En la barranca se encontraron con dos amigos de la víctima que estaban muy alterados y desde arriba podían ver el cuerpo de un adolescente en el río, que no se movía.
“Estábamos a 10 metros de alto, la única forma de bajar era a través de un árbol. Me trepe y bajé a la orilla. El muchacho estaba inconsciente, producto de un golpe fuerte en la cabeza, lo trato de despertar y lo conseguí”, detalló Cristian.
“No había manera de bajar una tabla para sacarlo, se le dio aviso a Prefectura, dos prefectos ayudaron y lo sacamos del agua”, relató.
La víctima tiene 19 años y es discapacitado. “Los amigos explicaron que fue un accidente, nosotros no somos médicos, no sabemos su patología”, agregó.
Pullaro felicitó a los rescatista que “en un acto de arrojo y poniendo en riesgo su vida salvaron una vida. Acciones de estas características enorgullecen a la fuerza de seguridad”, sostuvo.
Violencia
Consultado sobre los hechos de violencia que se vienen sucediendo en la ciudad, Pullaro destacó el trabajo multiagencial que está realizando junto con la Municipalidad y la Nación para disminuir los índices de delito. “No sólo la mirada tiene que estar puesta en lo punitivo, pero cuando hay un hecho de violencia hay que buscar a los culpables, Pero también trabajamos con educación, con las intervenciones en distintos lugares, ampliando derechos, a veces nos va bien y otras no tenemos los resultados que esperamos”, aseveró.
“Podemos decir que en nuestra gestión tuvimos 4 semestres con un caída del delito, hasta abril, que fue el juicio de Los Monos que sabíamos que iba a tener consecuencias”, agregó
Sobre las balaceras en las viviendas de jueces y policías, Pullaro dijo que la modalidad no es nueva, pero nunca había afectado a funcionarios. “Pero es muy común que a modo de amedrentar baleen las viviendas. No son nuevos, pero tomaron mayor visibilidad”.
Y sostuvo que la expectativa de pena para alguien que comete este delito es de dos años de prisión y si no tiene antecedentes sale en libertad. “Hubo una corriente jurídica garantista en función de la historia y creímos que era el camino, pero como está Latinoamérica hay que rever todo eso”, sostuvo.