La Policía de Santa Fe secuestró 83 armas de fuego durante octubre, en el marco de diferentes procedimientos realizados por la Unidad Regional II en el departamento Rosario. Del total, 68 fueron en la ciudad. Según informó el jefe de la Unidad Regional II, Juan Pablo Bengoechea, fue durante procedimientos de calle y puntos de control, donde la Policía demoró a 1.139 personas.
El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, dijo: “Una de las políticas de centrales es el secuestro de armas de fuego para evitar que las resoluciones de conflictos violentos tengan finales trágicos. Los registros de violencia en la sociedad siguen siendo elevados”. El funcionario agregó que en paralelo trabajan con el plan de desarme junto a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac).
Según explicaron desde el gobierno de Santa Fe, cada acta de secuestro de arma queda cargada en la base de datos de la Central de Información Criminal Operativa Ojo, desde donde elaboran estadísticas. Sobre octubre arrojó que el 48% fueron armas tipo revolver y el 32% tipo pistola. El resto fueron tumberas, escopetas y carabinas. El calibre más frecuente fue el 22, seguido del 32 y por último el 9mm. Además, el 49% de las personas detenidas con armas de fuego tenían entre 20 y 30 años, el 34% entre 15 y 20 y el 17% restante superaba los 30 años. Los días donde hubo mayor cantidad de secuestro fueron los lunes, miércoles y domingos en tres horas: 9, 15 y 17.
Además de la incautación de armas de fuego, la Unidad Regional II informó que solo en el mes de octubre se trasladaron 1.139 personas en el marco de los distintos controles y operativos para determinar su condición ante la Justicia, ya sea en calidad de detenidos, aprehendidos, demorados por pedidos de captura, averiguación de antecedentes o resguardo. “Estos operativos sirven para fortalecer la prevención de delitos en los puntos que vemos que existe mayor conflictividad. Desde el Ministerio articulamos la implementación de nuevas tecnologías, herramientas, equipamiento y capacitación para el personal. Se hace un trabajo coordinado con la central Ojo que aporta datos recabados por la misma Policía en el territorio, y así confeccionar los mapas de calor para hacer un patrullaje más eficiente y acorde al tipo de delito que se produce en cada lugar”, concluyó Pullaro.
