El gobernador Maximiliano Pullaro cuestionó en duros términos este martes la situación de déficits financiero y baja eficiencia de las empresas de servicios públicos que pertenecen al Estado santafesino, Aguas Santafesinas (Assa) y Empresa Provincial de la Energía (EPE). Afirmó que la voluntad de su gestión es sanearlas, terminar con lo que denominó «privilegios» en su estructura y con la «joda» en su funcionamiento. Y evitó responder si la privatización era la alternativa en caso de no conseguir ese objetivo.
«Estamos trabajando para que el Estado pueda tener equilibrio en sus cuentas. No existe un Estado que gaste más de lo que recauda. Y lo que hace el Estado lo tienen que hacer también las empresas públicas», señaló Pullaro sobre el déficit que arrastran las dos empresas públicas y en sintonía con el paradigma de equilibrio fiscal a rajatablas que impulsa el Gobierno nacional.
“Se terminó la joda en las empresas”, insistió el gobernador sobre el funcionamiento de Assa y de la EPE. «No es justo, no está bien que el gobierno termine subvencionando las economías de estas empresas», reforzó. «El ministro de Economía (Pablo Olivares) está trabajando al lado de cada una de las empresas del Estado. Primer punto: se terminan los privilegios a las empresas del Estado. No son momentos para que nadie pueda tener ningún tipo de privilegios, porque necesitamos equilibrar las cuentas”, abundó el jefe de la Casa Gris.
En esa línea, Pullaro ratificó la decisión de no pagar a los empleados de Assa el premio de 2,8 millones de pesos que reciben por año desde que la empresa volvió a la órbita estatal durante la gestión de Jorge Obeid y luego de un fallido trayecto en manos privadas.
Las críticas del gobernador incluyeron las bolsas de trabajo que priorizan el ingreso de familiares a las dos compañías. «A las empresas públicas tienen que entrar los mejores, personas que se formaron, no los nietos de los hijos de los exempleados. Se terminó la joda en las empresas”, remarcó. E interpeló a la oposición y los gremios estatales: si el objetivo es “defender lo público, eso tiene que cambiar”, esgrimió.
Otro de los puntos que Pullaro cuestionó sobre el escenario actual de Assa y EPE es la falta de inversión en la infraestructura de los servicios. Respecto de la primera, mencionó la gran cantidad de corralitos en las calles por reparaciones debido a que «nunca hubo un recambio de las cañerías para poder brindar un servicio eficiente». Sobre la segunda, hizo énfasis en los «cortes de energía permanentemente» y la «falta de energía para poder producir más». Sin embargo, la EPE es distribuidora, no generadora. Y la posibilidad de cortes «voluntarios» a grandes consumidores fue esgrimida por Nación en medio de críticas opositoras por la baja de inversiones ya programadas para alcanzar el «ancla» del déficit cero.
Otro aspecto que destacó Pullaro, respecto a Assa, refiere a la diferencia con la EPE: la empresa de servicios sanitarios no está presente en toda la provincia, por lo que su déficit es soportado ncluso por los habitantes de localidades a las que no llega. «Es una empresa que más del 80% del costo no era cubierto por las facturas», señaló, y ese déficit «era cubierto por recursos de todos los santafesinos, cuando se brinda servicios en 15 ciudades de la provincia, no era justo».
