El gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro desgranó este miércoles en una entrevista con la radio Cadena 3 las políticas aplicadas por su gobierno que determinaron una baja del 75 por ciento en la violencia que se vivía en Rosario. Descartó un pacto con bandas delictivas y opinó que la Policía está formada por “gente buena”. Además, destacó la toma de control de la cárcel, las nuevas leyes que se sancionaron como la de narcomenudeo y el control de la calle. Pero, por sobre todo ello, puso especial énfasis en el trabajo que está haciendo “el cristianismo” en los barrios y en los penales. “El rol del cristianismo, el trabajo que se llevó adelante en muchos barrios de la ciudad creo que tuvieron un impacto muy pero muy importante, más las intervenciones barriales focalizadas, que se lleva adelante que las conduce el Ministerio de Desarrollo Social, pero es una articulación con la Municipalidad”, describió. Y destacó el rol de los pastores y la batalla espiritual que dio en Rosario, dentro y fuera de los penales, que llevó a mucha gente a “conocer a Dios, la palabra de Dios y la Biblia”
Pullaro se refirió a uno de los caballos más importantes de su gestión que tiene que ver con la baja de la violencia. “Es verdad que tenemos una baja de la violencia del 75%, comparativamente con el año 2022 y 2023. El año 2022 fue el más violento en la provincia de Santa Fe y el 2023 fue el segundo año más violento. Y la caída tan abrupta la explicaremos al final del mandato. Primero con mucha prudencia, porque sentir que estamos bien sería incorrecto, porque estamos muy lejos de los objetivos que nos estamos proponiendo más allá de que vamos a tener la marca de violencia más baja de este siglo”.
De todos modos, el mandatario, en la entrevista mencionada, consideró que algunas medidas que se tomaron tienen que ver con esa baja. “Cómo lo hicimos, lo voy a decir al final de mi mandato, porque no estamos bien y la política de seguridad es dinámica. Para para poder mostrar objetivos cumplidos tendríamos que tener un lapso más largo”, advirtió.
Pero el mandatario destacó “cuatro o cinco medidas que sí las quiero poner arriba de la mesa”. Y desglosó: “El control de la cárcel que trajo muchos mucho impacto en lo social, amenazas y hasta recordemos los homicidios de marzo en donde los presos como un modo paritario amenazaban a funcionarios públicos, disparaban sobre edificios públicos, dejándome notas a mí para que retroceda. Y hasta atentaron de manera terrorista contra cuatro víctimas inocentes a la ciudad de Rosario”.
“Otro de los puntos es el control de la calle, con móviles patrullando la ciudad, con mucha presencia policial”, señaló. Y también destacó la sanción de leyes, como la de narcomenudeo, que le permitieron dar otra impronta a la Policía.
El cuarto punto que destaca es el rol del cristianismo “es el trabajo que se llevó adelante en muchos barrios de la ciudad, que tuvieron un impacto muy pero muy importante”. Y también valoró el rol de los pastores y “la batalla espiritual que permitió que muchos ciudadanos conocieran a Dios y su palabra”.
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