El Hincha

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Puntazo Monumental: Newell’s puso actitud y empató 0 a 0 con River

Los jugadores dieron una muestra de apoyo al entrenador al jugar un partido con una entrega irreprochable y un orden táctico que nunca claudicó


Bancar a un entrenador implica hacerlo adentro de una cancha, no sólo dentro de un vestuario o con declaraciones a la prensa. Y el plantel leproso dio muestras en el Monumental que Sebastián Méndez tiene su apoyo. Newell’s igualó 0 a 0 con River y el resultado fue consecuencia de la entrega, el orden táctico y la inteligencia de los futbolistas leprosos para incomodar al Millo a punto tal de minimizar el riesgo en el arco de Hoyos. El DT rojinegro tuvo banca, de eso no hay dudas.

Tal vez parecería que es tarde para bancar al DT, el hincha esperaba esa actitud en el Clásico o en el duelo por Copa Argentina, pero los jugadores tampoco podían seguir deambulando dentro de la cancha esperando alguna ayuda divina. Y desde que rodó la pelota en cancha de River, Newell’s demostró que el partido no iba a ser un ‘trámite’ para los de Gallardo como muchos imaginaban.

Presión alta para impedir que la pelota le llegara limpia a Masantuono, Meza o Simón, y en consecuencia que no haya pases profundos para la velocidad de Colidio o la peligrosidad de Borja. El plan de Méndez funcionó a la perfección en los primeros 45 minutos. Y para que eso sucediera, la primordial fue la actitud de los futbolistas leprosos, que jugaron concentrados, con mucha entrega física y cuando pudieron buscaron lastimar.

Hoyos no tuvo que revolcarse nunca. Lo más peligroso fue un desborde de Bustos que le ganó la línea a Besozzi, pero Velázquez anticipó de cabeza e hizo parecer una jugada clara de gol en una acción que tal vez no aparezca en los resúmenes del partido.

Newell’s tuvo una chance, con un tiro libre de Miljevic que se fue cerca del palo de Armani. Y cuestionó una mano de Meza tras un centro, que el VAR no interpretó como intencional y no fue penal, aunque quedaron dudas, como sucede siempre con este tipo de jugadas que se miden con varas distintas.

River estaba incómodo, maniatado, y Gallardo mandó a la cancha al Diablito Echeverri y luego a Lanzini. Y si bien logró darle otra dinámica a los ataques, Newell’s nunca se desconcentró. Velázquez sacó todo, de arriba, de abajo, con un cruce perfecto ante un Colidio eyectado en velocidad con ganas de gritar un gol o poniendo la cara ante un remate de Echeverri. Pero el paraguayo fue sólo el líder de un equipo que hizo de la entrega y el orden táctico su bandera.

Tal vez faltó algo en ataque. Aunque Newell’s no se refugió en su área, le costó ser preciso en las aproximaciones al área de Armani, aunque Miljevic por momentos condujo con criterio y las subidas de Martino en complicidad con Besozzi pudieron darle un dolor de cabeza al Millo. Algo que no sucedió.

Y el 0-0 nunca entró en riesgo. Porque River quiso, pero no pudo. Porque Cedrés se multiplicó para marcar, porque Cardozo custodió muy bien a Acuña, porque Salcedo fue un buen ladero de Velázquez, y Hoyos no tuvo fallas, aunque sólo tuvo que bloquear un mano a mano de Borja, apretado contra la línea de fondo.

La sensación final es de banca del equipo a Méndez. Aunque la bronca del hincha no se va a disipar con este resultado, aunque el rival hay sido River. Ahora la dirigencia deberá analizar si alcanza para mantener al entrenador una semana más, y ya no sería extraño que el Gallego dirija el sábado ante Belgrano.

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