La activista rusa Nadya Tolokonnikova, integrante del colectivo artístico feminista Pussy Riot, manifestó la necesidad de que los «trabajadores civiles estén a cargo de la institución policíaca para que ayude a los ciudadanos a lidiar con sus problemas», de cara al lanzamiento del tema «1312» que compuso junto a los raperos argentinos Dillom, MuereJoven y Parcas.
En entrevista con Télam, la artista, reconocida por sus intervenciones en defensa de los Derechos Humanos y de la Mujer, expresó: «No necesitamos policías para castigarnos y matarnos sin razones, como pasó recientemente con George Floyd en Estados Unidos».
Tolokonnikova es una de las pocas caras visibles del colectivo que oculta su identidad detrás de coloridos pasamontañas. En 2012 debió cumplir dos años en prisión tras una performance anti Putin realizada en la Catedral de Cristo Salvador, de Moscú; sin embargo, eso le valió las distinciones Lennon-Ono por la paz y Hannah Arendt por el pensamiento político.
Pussy Riot, el colectivo que volvió a irrumpir en titulares durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi (2014) y más recientemente en el Mundial de Fútbol (2018), lanzó el video de «1312», cifra usada en el universo anarquista y que significa «All Cops are Bastards» («Todos los policías son bastardos»), en su canal de YouTube (wearepussyriot).
Mezclado por Chris Graetti y compuesto por Tolokonnikova y los raperos argentinos Dillom, MuereJoven y Parcas, el tema se inspira en las protestas chilenas de finales de 2019 y la fortaleza de los manifestantes frente a los abusos de las fuerzas de seguridad.
“Somos todos anarquistas y cada uno de nosotros había tenido experiencias desagradables con los policías. En vez de protegernos, nos golpean, gasean y asesinan. Los cuatro odiamos los crímenes violentos que cometen a diario, así que decidimos gritarlo en una canción. Las fuerzas policiales no están al servicio de la gente, como deberían, y son utilizadas por las élites para desarticular los movimientos sociales que desafían el status quo”, relató Tolokonnikova y relató su experiencia sobre trabajadores civiles a cargo de las instituciones policíacas: “Visité cárceles en Alemania. Allá lograron construir un sistema penitenciario más «humano». No hay cárceles ideales, pero algunas son más humanas que otras, y me contaron que la forma fue poner a ciudadanos a cargo. En una prisión de la ex-Stasi (servicio de inteligencia de Alemania del Este), donde solían matar y torturar personas, ahora tiene como jefe a un trabajador social abolicionista. Transformó la prisión en una organización cuya meta es ayudar a la gente a adaptarse a una vida futura fuera de las cárceles. Todo es realizable, lo que importa es si tenemos voluntad para lograrlo”.
Además, reafirmó la necesidad de estar organizados en el contexto de la pandemia: “La salida es mantenerse organizados. Construir instituciones alternativas, culturales, de medios de comunicación y organismos políticos independientes. Es importante mantener nuestros lazos sociales, aunque sea de manera virtual. Entonces, cuando llegue el momento, ¡podremos aparecer en las calles nuevamente! Esa es la razón por la que hicimos nuestro manifiesto con Las Tesis: queremos mostrarle a nuestros gobiernos que todavía estamos acá, que los observamos y los responsabilizamos por sus crímenes”.
En la era de las redes sociales, la artista habló también de su relación con el colectivo chileno Las Tesis: “Nos conocimos por Instagram. Son muy inspiradoras, creativas y valientes. Su performance «Un violador en tu camino» fue interpretada en más de 52 países. Es increíble para un grupo que no trabaja con ninguna institución o corporación que se difunda y ocurra de manera tan orgánica. Siento que la meta y el método de Las Tesis es muy similar al de Pussy Riot, entonces tuvo sentido crear un supergrupo feminista”.
“El feminismo se está convirtiendo de forma lenta pero eficaz en parte de la agenda principal en Rusia. Ahora está socialmente más aceptado definirse como feminista que hace diez años atrás, cuando Pussy Riot comenzaba. Tenemos gente que odia al feminismo y que es poderosa: por ejemplo, se rehusaron a firmar la ley contra la violencia doméstica, la convirtieron en una ley que «protege valores familiares» y convencieron a la mujer de hacer las paces con su abusador por el bien de la familia”, remarcó.