Empresarios y trabajadores de pymes de la provincia buscan organizarse para hacer frente a la caída de las ventas que, según denuncian, vienen sufriendo desde 2016. El lunes pasado mantuvieron una reunión con miembros de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (Enac) para replicar esa estructura en Santa Fe. Participaron empresarios de la pequeña industria automotriz, comerciantes de todos los rubros, productores agrícolas de Rosario y de diferentes regiones. Quieren repetir las reuniones y consensuar propuestas para acercar a los principales candidatos políticos.
“Somos empresarios que proponemos una mirada diferente a la política económica de Cambiemos. Las pymes vivimos del mercado interno. Necesitamos recomponer el salario de los trabajadores para reactivarlo. Este modelo no nos beneficia”, dijo a El Ciudadano Miguel Ángel Rucco, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Comercial a Cielo Abierto de calle San Luis.
Organizados
La Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (Enac) reúne a más de 250 empresarias y empresarios pymes de todo el país. Funciona desde 2016 en Buenos Aires y otras provincias. Entre sus principales reclamos está el pedido para que el Congreso declare la emergencia nacional y que no cierren más pymes. Semanas atrás denunciaron que 60 empresas cierran por día y pidieron la renuncia del Ministro de Producción y Trabajo de la Nación, Dante Sica. El presidente de la asociación, Leo Ezequiel Bilanski, visitó Rosario el lunes pasado. Estaba acompañado por la senadora María de los Ángeles Sacnun. Participaron del encuentro empresarios, empresarias y trabajadores de comercios, almacenes, fábricas metalúrgicas, construcción y comunicaciones. Les contaron cómo es la situación económica que los atraviesa con el objetivo de buscar alternativas conjuntas para salir adelante en Santa Fe. Autodenominados “los otros empresarios” pretenden agruparse contra las medidas económicas de Cambiemos y replicar la experiencia del Enac a nivel local.
“La reforma laboral que pretende achicar el costo salarial le quita derechos a los trabajadores. Pierden poder adquisitivo y caen las ventas. No es la salida para reactivar el mercado interno y la economía de las pymes. En estos cuatro años perdimos puestos de trabajo y cerraron comercios. Tenemos que pensar al desarrollo económico de adentro para afuera”, señaló Rucco.
Los empresarios recordaron un informe de la Afip que arrojó que en los primeros cuatro meses del año cerraron 43 pymes por día en el país. “Son datos reales que muestran lo que pasa en el mercado interno. No tenemos acceso a créditos por las altas tasas de interés. La inflación acumulada fue de 250 por ciento cuando los salarios aumentaron un 200 por ciento. Los trabajadores perdieron un 50 por ciento de su poder adquisitivo. Si los comerciantes invirtiéramos en la timba financiera nos iría mejor, pero elegimos invertir en nuestro país”, agregó el Rucco.
Según el referente de calle San Luis, la caída en las ventas se profundizó desde 2016. “Cerramos junio con una baja de un 20 por ciento en relación con 2018. Nuestra situación es particular porque la pérdida del poder adquisitivo provocó que muchos clientes de clase media y alta busquen precio en nuestros locales. Vimos resentida la venta mayorista por el costo del traslado de los comerciantes que venían desde otras localidades. A partir del día 20 notamos que baja la cantidad de gente que entra a los negocios”, señaló Rucco. También dijo que los rubros más afectados fueron la bijouterie y bazar. “Esperamos el Día del Niño, que es una de las fechas más importantes. Sobre todo, para las jugueterías. El Día del Amigo ya no atrae ventas. Las personas ya no regalan. En cambio, hacen un presente de 20 o 30 pesos”, agregó.
Poca levadura
Otro de los rubros afectados fue la fabricación de pan. En el último año cerraron al menos 85 panaderías y las ventas cayeron un 40 por ciento. “El objetivo es organizarnos entre los empresarios y trabajadores para generar propuestas para salir de esta crisis. Sentimos bronca, angustia y desesperación. Es un industricidio”, señaló el titular de los panaderos, Gerardo Di Cosco.
El referente del sector dijo que en los últimos cuatro años el consumo de pan bajó 15 kilos en promedio y que pasó de costar 15 a 80 pesos. “Las ventas no se pueden recuperar porque las personas no tienen plata. Compran segundas marcas o menos productos. Vendemos solo pan y no otras especialidades”, aclaró el panadero.
A la baja en las ventas se sumó el aumento de las tarifas, que en el caso del gas, subió un 4.200 por ciento. “Pagamos el gas al mismo precio que la luz. No tenemos acceso a créditos por las altas tasas que hay. Tenemos que pagar los costos de los aumentos de servicios. Necesitamos que haya dinero en la calle, que aumenten las jubilaciones y asignaciones, que haya créditos en corto plazo para pagar los aguinaldos. También necesitamos rebajas en las tarifas y que bajen las tasas de interés de los créditos”, concluyó. Di Cosco
Hay bronca
Para el histórico referente comercial, Elías Soso hay una bronca generalizada en las pymes. “No hay consumo interno y las pymes vivimos de eso. Lo demuestran los cierres, las suspensiones, los anticipo de vacaciones, y el atraso en el pago del aguilando siendo que los salarios son bajos. El poder adquisitivo cayó un 15 o un 20 por ciento y la tendencia es una merma en las ventas. El problema es la política de fondo donde conviene más poner la plata en un banco que un negocio”, aseguró.
Soso celebró el encuentro entre los empresarios, aunque como ex socio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) no participó. “Es positivo que las entidades profundicen un encuentro. Somos pymes y queremos que nos resuelvan el problema. La facturación va mal. El dirigente tiene que ir delante de los acontecimientos y plantear medidas alternativas para mejorar las condiciones de las pymes que son expresión de la clase media y tiene con sus empleados una relación familiar”, agregó.