“Quien luzca la bandera LGTBI en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión”, manifestó Nasser Al-Khater, portavoz del Mundial de Qatar.
En esta oportunidad el país anfitrión de la Copa del Mundo impuso nuevas restricciones para las personas que asistan al evento. Hace algunas semanas se informó que no se podrá tener relaciones sexuales fuera del matrimonio y también está prohibido que dos personas del mismo sexo se muestren en público.
Desde el principio de la designación Qatar fue claro con respecto a las medidas que tomarán siguiendo lo que impone su religión: “Somos un país conservador y las muestras públicas de afecto están mal vistas independientemente de la orientación sexual”, señalaron las autoridades.
Esto sin dudas generó repudio en gran parte de la sociedad, sobre todo en la fecha en la que se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBT. En diversas ciudades del mundo se realizan marchas, protestas y hasta festejos.
Hace un tiempo Infantino, presidente de la FIFA, habló con respecto al tema y expresó que las personas “serán bien bienvenidas en Qatar”, pero que “tienen que respetar la cultura local”.
“Si Qatar no diera la bienvenida a todos, no hubiera organizado el Mundial. Estamos capacitando a los responsables y trabajando de la mano con las entidades y la policía y les daremos la bienvenida a todos”, continuó Infantino.
El Mundial se jugará desde el 21 de noviembre al 18 de diciembre por las altas temperaturas que azotan al país en la típica época en la cual se debería organizar.
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