Reaccionó en una situación límite. Volvió a ser eficaz y agresivo como hacía rato no lo era. En el momento justo. Central se trajo lo que fue a buscar al Mario Kempes y dejó la cargada mochila con la que fue. Pegó en los momentos justos, recuperó solidez defensiva, tuvo en Montoya, Sosa y Fernández sus figuras. Pero lo más importante es que en lo colectivo estuvo a la altura ante un rival pesadísimo como Boca.
Los primeros 15 fueron de mayor protagonismo para Central. Con Lo Celso como manija, y un movedizo Montoya, el Canalla generó algunas situaciones de pelota detenida que no supo transformar en jugadas de riesgo.
Y con el correr de los minutos, ante la intrascendencia ofensiva, el Xeneize emparejó, aunque tampoco tuvo la capacidad para gestar chances concretas de gol.
Pero cuando se moría el primer tiempo, Central recuperó la eficacia que tanto extrañaba. Con dos estiletazos hizo la gran diferencia del partido. Las dos veces con Montoya como protagonista; primero para sacar un centro perfecto para que Fernández abra el partido. Después, con un disparo cruzado que no pudo retener Sara y le permitió anotar a Herrera.
En el complemento aguantó y le costó horrores tener la pelota porque Boca se lo llevó puesto. Pero apareció Sosa para malograr cualquier intento de descuento del Xeneize. Solamente lo vencieron a segundos del final… Central está en semis y ante Belgrano buscará otra vez la final. Los jugadores respondieron ante una situación límite y Coudet se fue ganador.