Luciano Orellano* / Feliciano Ramos**
¿Quién draga nuestros ríos? ¿Con qué recursos materiales y humanos?
Se nos ha dicho hasta el cansancio que los argentinos no tenemos dragas; que no se pueden comprar; que no se consiguen en el mercado mundial; que sería una inversión millonaria; que no tenemos recursos; que lo que hay son fierros viejos, hundidos, chatarra; que solo dos o tres empresas en el mundo tienen las condiciones y la capacidad de hacer un trabajo tan especializado. Y lo más grave, que hace a la humillación de los trabajadores, es que se dice que no tenemos los recursos humanos, técnicos y profesionales para poder operar.
Hemos escuchado estos falsos y mentirosos argumentos de boca de ciertos periodistas de renombre; del lobby de empresarios, exportadores, bolsa de comercio; de funcionarios, algunos dirigentes sindicales y políticos, que a través de su inserción o llegada a esa maquinaria de formación de opinión pública, que son los medios masivos y hegemónicos de comunicación, van distorsionando y creando estas ideas erróneas.
Estas ideas son contrarrestradas incansablemente por un sinnúmero de patriotas, verdaderos gladiadores, como Carlos del Frade, Mempo Giardinelli, Pedro Peretti, Oscar Verón, Rodolfo Schwartz, Jorge Smith, entre tantos otros y otras que impulsan ferviente y consecuentemente el camino soberano para nuestra patria.
¿Tendrá que ver toda esta “maquinaria de la mentira y del impedimento” para ejercer nuestra soberanía sobre nuestros ríos (como la no realización ni asignación del presupuesto correspondiente para el Canal Magdalena, freezado y dilatado), con los condicionamientos de los organismos financieros y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional?
Nos cabe una pregunta a los argentinos y argentinas: ¿quién dragó nuestros ríos a lo largo de la historia y quién lo hace ahora?
Empresas extranjeras: salen por la puerta y entran por la ventana
Se nos ocurrió entrar a Google para ubicar la posición de las dragas que están operando en nuestro río Paraná. Con sorpresa pudimos observar que la única draga operando en el río (a la altura del km 319, cerca de Ramallo, con destino 321-324.6 R. Paraná) es nuestra draga argentina, operada por trabajadores argentinos: la “Capitán Núñez 256-C”. Eso sí, trabajando para la empresa belga Jan De Nul, disfrazada ahora como “empresa nacional” con una firma llamada Compañía Sudamericana de Dragados S.A.
Esta empresa continúa realizando desde el 11 de setiembre, bajo su nuevo nombre, los mismos trabajos que hace más de 25 años, solo que ahora por contratación directa y durante el lapso de 90 días (ya vencidos). Luego, los trabajos de dragado serán adjudicados por licitación “corta” y durante el lapso de 180 días, corridos y prorrogables, a la empresa ganadora, para los que se destinarán 80.280 millones de dólares (más IVA) a través de la “Administración General de Puertos” (según Resolución 136/2021). Posteriormente, se adjudicará la licitación “larga” durante el lapso de 20… 25 años.
Queda claro cómo las empresas extranjeras ¡salen por la puerta y entran por la ventana! Son los mismos que dicen que no tenemos flota, que no tenemos dragas, que todo es chatarra, fierro oxidado, etc.
Es el nuevo Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable, que tiene funciones contradictorias, el que llama a la licitación para el dragado del río Paraná, como para el balizamiento.
Según se conoce hasta el momento (por datos de cronista.com) se presentarían a licitación “corta” para el dragado: la empresa estatal china CCCC Shangai Dredging Corporation en unión transitoria con Dredging Internacional, de Bélgica; la argentina Servimagnus, del Grupo Loginter de Ricardo Román; la Compañía Sudamericana de Dragados, de la belga Jan de Nul; Rhode Nielsen de Dinamarca en UTE con EMEPA (de Gabriel Romero); y la holandesa Boskalis Internacional. Este martes 28 se realizará la apertura de sobres técnicos para los trabajos de balizamiento para los cuales, si bien no se sabe qué empresas se presentarán, pidieron visto del pliego: EMEPA; Pentamar; Sade Electromecánica; y Crux Marine (según nota de Natalí Risso, <Página 12<).
Lo que es indudable, es que todo viene a la medida de las exigencias de los Zubizarreta (presidente de la Cámara de Puertos Privados y Comerciales), la Bolsa de Comercio de Rosario, la Mesa de Enlace, el Consejo Agroindustrial mal llamado “Argentino”.
Solo se habla de licitación, nacional e “internacional” (aunque con maquillaje), y se desecha de lleno y de raíz la posibilidad de que el Estado con su flota, a través de la Dirección Nacional de Vías Navegables, drague el río Paraná como sí lo hizo hasta la extranjerización menemista. Solo se limitaría, en el mejor de los casos, a “confeccionar un registro de las instalaciones y bienes de dominio público y privado del Estado Nacional, como así también controlar su debido mantenimiento, de acuerdo con el marco contractual y regulatorio y los planes aprobados” (art. 4 del decreto 556/2021). ¿O será que es un Ente que solo viene a “cambiar algo para que nada cambie”?
En su momento, el ministro de transporte Alexis Guerrera ha sido claro y ha expresado públicamente que de ninguna manera el Estado tiene como objetivo prestar el servicio de dragado y balizamiento.
Hay que preguntarse: ¿quién draga en Argentina?
Muchos pensarán que esta pregunta tiene una respuesta rápida. La empresa Hidrovía S.A, formada por la empresa belga Jan de Nul y por Emepa, cuestionada por el pago de coimas desde hace 10 años y curiosamente sin consecuencias. Entonces: ¿por qué no se tiene en cuenta nuestra flota en esta repartición?; ¿por qué solo se valora a las empresas extranjeras y se oculta lo propio?; ¿cuál es la razón para que la única salida del dragado y de las exportaciones esté en manos de empresas extranjeras?
Podríamos también preguntarnos: ¿qué pasó con estas licitaciones?; ¿cómo fue posible que a Jan De Nul y Emepa se les “prestaran” gratuitamente y se les continúen “prestando” para su usufructo, nuestras dragas, balizadores, buques, muelles, galpones, oficinas, remolcadores, lanchas, talleres, instrumental, etc., que son propiedad de los argentinos?; ¿por qué se dice a la vez que no tenemos los recursos humanos, que no tenemos flota, que todo es fierro viejo? ¡Porque nos están robando todos los días!
La draga “Capitán Núñez” 256-C es más antigua que los buques de la flota de la Dirección Nacional de Vías Navegables. Fue construida y botada en el año 1977 en los astilleros argentinos Astilleros Alianza S.A. Sin embargo, la empresa Jan De Nul está dragando con ella en este momento.
Los buques de la DNVN son de 1979. El plantel flotante de la DNVN que está (en general) más deteriorado, se puede remediar con plata, por ejemplo con la que nos ahorraríamos en dólares si no seguimos contratando dragado extranjero y dragamos los argentinos con la flota de la DNVN. ¡Nos sobran astilleros para hacerlo!
Otro argumento que usan en contra de que draguen las embarcaciones de todos los argentinos, es que no cuentan con el “certificado nacional de seguridad de la navegación”, pero ¿quién otorga el certificado?: lo otorga la Prefectura Naval Argentina. ¿Y de quién depende la PNA?: del Estado argentino, al igual que las dragas y demás embarcaciones de la Dirección Nacional de Vías Navegables. Si el propio Estado argentino no puede otorgarse los certificados que él mismo otorga, ¿quién podría entonces?
Sobre la base del ocultamiento han creado en los argentinos esta idea del Estado incapaz, ineficiente, incompetente, para enterrar 123 años de historia gloriosa de dragado de nuestros ríos y de conocimiento acumulado por años y años por nuestros trabajadores. Un tesoro que quieren pisotear, enterrar, humillar.
¿Por qué el Estado argentino, además, ha subsidiado a estas empresas?; ¿por qué se les pagaron millones de dólares por cada uno de los 25 años? Como si esto fuera poco: ¿por qué se les permitió que cobren los peajes, en dólares por supuesto, de toda carga que salió por nuestros puertos por 25 años?
Tenemos nuestra flota: haciendo un poco de historia
Para encontrar respuestas y tener una visión real, es necesario desocultar verdades escondidas bajo de la alfombra y tratar de “que el árbol no nos tape el bosque”. Para ello, más allá del presente, es necesario remontarnos en el tiempo: 123 años atrás.
Al hacerlo, veremos que la citada empresa solo dragó el río Paraná desde Santa Fe hasta la salida al Río de La Plata (con canal Mitre incluido) desde hace solo 25 años. Los 98 años anteriores fue dragado y balizado por la repartición estatal “Dirección Nacional de Vías Navegables”.
Si hilamos más fino, la empresa Hidrovía solo dragó esos 25 años la citada zona del río Paraná desde Santa Fe hacia el Río de La Plata por el canal Emilio Mitre. Hacia el norte de Santa Fe solo se firmó la licitación (con sospecha de cohecho incluida) desde hace 10 años atrás, aproximadamente desde 2010. Anteriormente a esa fecha, y por 112 años consecutivos, lo dragó la repartición estatal “Dirección Nacional de Vías Navegables”.
Y no solamente en el río Paraná: esta flota mercante nacional dragó con la draga 258-C “Santa Fe” hasta junio de 2016 el río Uruguay (187 km de este) hasta Concepción del Uruguay; el canal Martín García; el canal de acceso al puerto de Buenos Aires (el Martín García y canal de acceso al puerto de Buenos Aires junto con la draga 261-C “Córdoba”). La draga 259-C “Mendoza” también dragó el canal de acceso al puerto de Buenos Aires y el mismo puerto, luego dragó el acceso al puerto de Mar del Plata. Estas dragas del Estado también dragaron puerto Quequén, puerto Bahía Blanca, el río Paraguay, hicieron la defensa a la ciudad capital de Formosa con la draga 332-C “Misiones” porque se había inundado y que desde ese momento no se inundó más.
En tiempos de mucha creciente se trabajó asegurando el túnel Subfluvial, echando sobre él toneladas de piedras. También en la inundación de la ciudad de Santa Fe se dragó la desembocadura del río Salado para drenar rápido las aguas, etc. Todo eso y muchísimo pero muchísimo más en esos gloriosos 123 años. Tan solo hace unos meses se estaba dragando frente a Astillero Tandanor en la ciudad de Buenos Aires.
Entonces, querida lectora y querido lector: ¿quién debe dragar?; ¿quién decide dónde, cómo, cuánto y qué se draga?
El pueblo argentino merece encontrar respuestas a todas estas preguntas, exigiendo a funcionarios y dirigentes políticos las decisiones urgentes y necesarias para la recuperación de nuestra soberanía nacional.
Si en 1995 el gobierno de Menem privatizó y extranjerizó prácticamente todos los servicios públicos y mucho más (como el dragado y las terminales portuarias con el cierre de la Junta Nacional de Granos, entre otros), los demás gobiernos que le sucedieron han seguido el mismo camino y hasta hoy nadie se atrevió a tomar las decisiones políticas para cortar con esa entrega y recuperar para los argentinos el río Paraná como un paso imprescindible para frenar el sangrado que este sistema colonizador, bajo el mentiroso e inexistente nombre de “Hidrovía”, le provocó a la Nación argentina y a su pueblo.
Sobran recursos: ¡Recuperemos lo nuestro!
Por citar solo un ejemplo, la facturación que ha tenido Hidrovía S.A en el ejercicio 2020 ha sido de alrededor de 300 millones de dólares.
Los argentinos debemos tener plena conciencia de que sobran los recursos materiales y humanos, pero los han entregado a otras manos.
Adjuntamos en este trabajo algunas imágenes donde puede observarse parte de nuestra flota aún existente.
Hoy exigimos al Estado argentino que nos dé explicaciones y detalle e inventario completo en esta materia sobre todo nuestro patrimonio nacional, como la urgente derogación del Decreto 949 porque es un decreto de clara “matriz menemista”.
En primer lugar, debemos recuperar lo que es nuestro: “una flota que flota”, partiendo del principio de que todo lo que hoy flota guarda esperanzas, y se puede recuperar.
Que nos devuelvan entonces nuestras dragas, balizadores, buques, muelles, galpones, oficinas, remolcadores, lanchas, talleres, instrumental, etc., de los cuales hacen uso, abuso y usufructo. Y sobre todo nuestros recursos humanos y su profundo conocimiento adquirido en años y años de eficiente trabajo, permanentemente humillados y ninguneados en tantos años de entrega.
En segundo lugar, deben devolvernos los recursos económicos para recuperar, reparar, acondicionar, comprar y fabricar en nuestros astilleros nacionales todo lo necesario para el ejercicio de nuestra soberanía.
El único modo que tiene el pueblo argentino de ejercer su soberanía sobre las riquezas, recursos, y bienes públicos, es a través del Estado. Surge por lo expuesto, con toda claridad, que hay una historia en la que pudimos ejercerla.
Hoy nos queda como tarea descolonizar al Estado argentino, tanto de los de afuera como de los de adentro.
Decimos todo esto con la infinita esperanza y confianza en el pueblo argentino. La labor realizada por los foros Recuperemos el Paraná; por el Manifiesto Argentino; por el Movimiento Federal por la Soberanía Nacional, fueron motor para que se crearan más de 300 foros por la soberanía a lo largo y a lo ancho del país, forjando una nueva conciencia sobre nuestras riquezas y la urgencia por recuperarlas, poseerlas, planificarlas, para la necesidad y felicidad del pueblo argentino.
Por todo lo dicho, con más fuerza que nunca, estaremos realizando el 10-02-2022 un acto nacional en la ciudad de Rosario.
Ni belgas; ni chinos; ni holandeses; ni dinamarqueses… ¡Argentinos!
Siempre con los sueños de Manuel Belgrano: “Ni amo viejo, ni amo nuevo, ¡ningún amo!” ”
Actualizando aquella frase de nuestro Libertador General José de San Martín, decimos hoy para Argentina: “Serás lo que debes ser, o no serás nada”.
* autor del libro «Argentina sangra por las barrancas del río Paraná»
**Capitán Fluvial de Dragado (48 años de servicio)