El Partido Comunista Chileno (PCCH) pidió ayer al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que en su visita a Chile asuma explícitamente el apoyo de su país al golpe militar de 1973 contra Salvador Allende. Paralelamente, la organización Human Rights Watch (HRW) pidió, también ayer, “transparencia” para facilitar la primera investigación judicial sobre la muerte del presidente Allende.
“Sería un gesto muy importante si Obama hace una referencia al golpe de Estado en el sentido de que Estados Unidos no se va a involucrar más en golpes”, afirmó el encargado de asuntos internacionales del PCCH, Juan Andrés Lagos.
El dirigente enfatizó además, que el mandatario norteamericano debe tomar posición respecto de la intervención militar estadounidense contra el gobierno de Allende, principalmente ahora que un juez chileno indaga sobre las causas de la muerte del ex mandatario chileno, fallecido el 11 de septiembre de 1973, tras el bombardeo a La Moneda, el palacio de gobierno.
En esa línea, el representante latinoamericano de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, expresó: “Hay que actuar con la mayor transparencia, hay que dar todas las facilidades a la Justicia, que se ha mostrado independiente y objetiva, para que llegue al fondo de la discusión y se establezca la verdad de lo que ahí ocurrió”. De este modo aludió al debate que se reabrió en Chile acerca de si Allende se suicidó o fue asesinado durante el asalto militar a la Presidencia.
La Fiscalía chilena presentó el miércoles pasado 726 querellas por casos de muertes y desapariciones durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), que aún no habían sido investigadas judicialmente, entre las que se encontraba el caso de Allende.
“Hay dudas respecto de la muerte de un líder en las condiciones que se produjo esa muerte, en pleno bombardeo de La Moneda, y pudiera haber evidencia que demuestre una tesis distinta”, señaló Vivanco.
El cuerpo de Allende fue encontrado en La Moneda el 11 de septiembre. Testimonios y una autopsia realizada al día siguiente del golpe determinaron que Allende se habría suicidado, muerto por un disparo. A pesar de que la familia aceptó esta versión, no existió ninguna investigación judicial al respecto.
“Vi cuando voló la cabeza, los huesos y masa encefálica. Estaba sentado en un sillón apoyado en la pared que mira hacia la calle; había un ventanal grande y estaba con la metralleta entre las manos y vi la explosión del cráneo”, dijo a radio Cooperativa Patricio Guijón, médico y colaborador del ex mandatario, en declaraciones recogidas por las agencias DPA y Ansa.
Guijón sostuvo que por la posición en la que vio a Allende, con el fusil entre las piernas y el mentón apoyado en él, es muy difícil que el disparo haya entrado desde la calle, donde los militares atacaban la Casa de Gobierno. Sin embargo, el testimonio del médico deja espacio a dudas, ya que agregó que no escuchó el balazo por el ruido de “la balacera (que) estaba fuera de La Moneda”.