Por Erika Cabrera- Ámbito Financiero
¿Qué pasaría con el dólar turista?
El dólar tarjeta, el tipo de cambio que se aplica a las compras con tarjeta de crédito o débito en el exterior, quedará en $1.320 (a partir de ahora regirá un 30% Impuesto País, 35% Impuesto a las ganancias y se elimina Bienes Personales). Resta definir si el «dólar Netflix» será el mismo que el tarjeta o habrá un cambio en los impuestos que pesan sobre él.
En la previa a los anuncios, el dólar tarjeta incluía un 100% de percepción de Ganancias, un 25% de bienes personales, que se le sumaba al 30% del impuesto PAIS. Esto implicaba un tipo de cambio con un 155% de impuestos sobre el valor del dólar oficial. Ahora pesa un 60% de impuestos sobre el tipo de cambio oficial que se elevó esta jornada hasta los $800.
¿Qué piensa el mercado sobre las medidas anunciadas por Luis Caputo?
El mercado daba por descontado una devaluación del peso. Incluso, las posiciones de futuros cerraron este martes en $754, apenas $46 por debajo del aumento del dólar oficial que anunció el ministro de Economía. Asimismo, esperaban medidas orientadas a corregir el déficit fiscal y el exceso de pesos.
«Los anuncios económicos apuntan a corregir con decisión y a través de una estrategia de «shock» el déficit fiscal y el exceso de pesos, además de ir normalizando el mercado de cambios, lo cual debería repercutir a partir de mañana en una fuerte contracción de la «brecha» cambiaria», afirmó en diálogo con este diario el economista Gustavo Ber, que además reconoció que las medidas fueron » acorde a las expectativas de los operadores».
Pero la expectativa del mercado no siempre es buena para el bolsillo de los argentinos. En ese sentido, Ber reconoció que se profundizará la estanflación, lo cual «requerirá de respaldo parlamentario y tolerancia social».
Para Ber «los inversores podrían recibir positivamente la fuerte decisión política, aunque monitorearan de cerca la capacidad de implementación».
En tanto, Glustein aseguró que «las medidas impactarán directo en el bolsillo de la gente», ya que la recesión empeorará por la caída del poder adquisitivo del salario, pero también por menor gasto del Estado.
El shock cambiario fue más fuerte, que el ajuste fiscal. «Creo que el ajuste fiscal se queda corto, podría ser más agresivo. Pero no así la devaluación que deja el valor de cambio multilateral a niveles de 2002», apuntó el economista.