Franco Scala
Todo el mundo futbolístico se pregunta ¿por qué no jugó ni un minuto Giovani Lo Celso? Seguramente la respuesta la tendrá el técnico Jorge Sampaoli, que en algún momento deberá salir a explicar la ausencia de un jugador que siempre fue considerado por él mismo. Un futbolista que jugó como titular en el amistoso preparatorio ante Haití y que era el socio perfecto para Messi a la hora de darle el balón.
El rosarino era hasta una fija para el debut frente a Islandia. Pero sorprendentemente en los cuatro partidos del Mundial no transpiró nunca. Miró todos los encuentros sentadito en el banco esperando el llamado del técnico que nunca llegó. Ante Croacia y Nigeria hizo los movimientos precompetitivos, pero Sampaoli optó por otras opciones.
Rumores que llegaron desde Rusia indican que al le bajaron el pulgar los históricos encabezados por Messi. Un dato que será imposible de corroborar. Lo cierto es que Lo Celso tenía toda la confianza del DT y de un día para el otro la perdió sin saber porque.
Claro que hablar de que el equipo hubiese sido mejor con Lo Celso en cancha sería predecir algo que no sucedió. Pero nunca se entendió la decisión del entrenador argentino ya que probó tantos sistemas, por qué no intentó darle minutos al jugador del PSG.
Quizás Gio sea uno de los pilares de la nueva generación que se tendrá la misión de refundara la selección argentina. Con Sampaoli o sin Sampaoli como técnico.
La actitud de ignorarlo que tuvo el casildense con Lo Celso benefició a Maxi Meza, que entró a la lista con un partido jugado en la selección (ante España), pero en el Mundial se le notó que le faltaba el tan famoso roce europeo.
Pero Lo Celso no fue el único rosarino que no jugó en los 450 minutos y pico que tuvo el seleccionado en tierras rusas. La misma situación vivieron el arquero Nahuel Guzmán y el defensor Cristian Ansaldi. El Patón corría muy detrás de Caballero y Armani. Incluso ingresó a la lista por el lesionado Sergio Romero. Y el Colo nunca fue opción para el técnico, a pesar de que lo llevó por su polifuncionalidad en cada puesto de la última línea.
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