En 1939, durante la presidencia de Marcelino Ortiz, se emitió un decreto presidencial con el llamado a concurso de planos y presupuesto para la construcción del Monumento Nacional de la Bandera en Rosario. Se presentaron 12 anteproyectos, hubo cuatro premios y tres menciones. El ganador fue “Invicta”, presentado por los arquitectos Alejandro Bustillo y Ángel Francisco Guido junto a los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti. El contrato se firmó sólo con Guido y los artistas plásticos. Las obras comenzaron en 1943 y se dieron por concluidas 14 años después. La inauguración oficial fue el 20 de junio de 1957. Hay muchas esculturas, pero las de sus laterales tienen un significado especial.
Marcela Römer, coordinadora cultural del Monumento Histórico Nacional a la Bandera, le recordó a El Ciudadano que hubo otro proyecto previo al que ganaron Guido y Bustillo. “Guido diseño el monumento con una impronta americanista. Los fundamentos de las enseñas patrias de los años 40 lo demuestran”, señaló y agregó que Guido estaba muy vinculado al mundo de los artistas, al mundo intelectual. “Tenía una apertura mental muy grande”, dijo de él.
“Tenemos (en los archivos del Monumento nacional de la Bandera) documentos que muestran cómo Guido pagaba a las empresas y a los artistas. Son cartas y algo en esos escritos también vislumbra los fundamentos teóricos de cómo construir el Monumento, qué iba a mostrar con esa proa hacia el río Paraná, con la enseña patria, a Belgrano. Él discutía con la Junta en Buenos Aires y todas esas discusiones eran por carta también. Allí se revela la simbología de las esculturas”, adelanta.
Las esculturas que se encuentran en el Monumento ya estaban presentadas y dispuestas en la presentación del concurso.
“Si se observa con detenimiento este sector de la obra, se podrá reconocer la representación de olas geometrizadas a la manera del art decó y la presencia de dos colosos que representan al Río Paraná y el Océano Atlántico, este último como un viejo dios del mar coronado de plantas marinas y sujetando en sus manos un pez. La Pampa fue simbolizada a través de la figura de un gaucho y (la cordillera de) Los Andes por un serrano junto a un caballo de tipo montañés”, se puede leer en el libro Ángel Guido: ingeniero civil y urbanista.
En los escritos del Lema Invicta, en el apartado “Los Símbolos”, se puede leer: “En la lámina 12 se expresa claramente la distribución de los símbolos estatuarios en el Monumento. Como podrá inferirse, en el orden de ubicación se ha mantenido un criterio, en cierta medida filosófico. Efectivamente, en orden jerárquico, se distribuyen, sucesivamente, los valores telúricos (la geografía, los océanos, la pampa, los andes); los valores históricos: historia icaica, historia colonial, historia patria); los valores espirituales (la patria, la gloria, el triunfo); los valores económicos (la agricultura, la ganadería, la industria el comercio). Finalmente, en el remate terminal de la torre, una urna de piedra contendrá una Bandera de guerra de prosapie histórica digna. Esta bandera está custodiada por cuatro gigantes: los cuatro puntos cardinales de la patria».
El mismo texto indica que «El contrafrente está dedicado a Belgrano. Desde la escalinata Monumental de los Héroes, se accede al atrio y el altar de la patria. Sendos bajorrelieves e en los costados del atrio, simbolizan la bandera de guerra. Con el acto de su creación en Rosario por Belgrano y a la Bandera Civil como tutora maternal de la vida argentina de Paz y Trabajo. Por ultimo desde el atrio un pasaje franco conduce a la cripta de Belgrano, donde se depositarán los restos del prócer».
Las indicaciones de Guido y su equipo abundan además sobre otras intenciones de significado. Por ejemplo, sobre el «Propileo triunfal y escalinata monumental de los próceres». Y señala: «Como es fácil apreciar en los planos que acompañan esta memoria, el partido monumental del proyecto se logra mediante la urbanización total de la plaza de Belgrano» con su remodelado y la instalación de los propileos y escalinatas.
Guido proponía que el propileo fuera un «verdadero vínculo monumental entre el Monumento propiamente dicho y el Pasaje Juramento». Con eso, se entusiasmaba, «desde la Plaza de Mayo se podrá admirar el Monumento recortado por las elegantes y ágiles columnas del Propileo. Solución estética y urbanista, creemos, singularmente acertada».
El costo aproximado de la obra, que incluía las remodelaciones en el terreno y la ejecución del Propileo y Escalinatas, ascendía según los cálculos de sus creadores a «$250.000, aproximadamente» en moneda de la época.
Cuatro esculturas: las de los laterales, de Fioravanti y Bigatti
La Pampa: conjunto escultórico de Alfredo Bigatti. Esta figura encarna al gaucho legendario a quien la posteridad reivindica por ser el que luchará por la libertad y la independencia de nuestro país y representa una de las regiones de nuestro territorio.
Los Andes: obra de José Fiorvanti. Ubicada sobre calle Santa Fe, escoltando a la Patria Abanderada, este conjunto escultórico encarna al hombre de la montaña de pie junto a su caballo y representa una de las regiones de nuestro territorio.
Océano Atlántico: el escultor Alfredo Bigatti recostó sobre la segunda ola estilizada que surca la nave patria a su poderosa expresión del Océano Atlántico bajo la forma de un moderno dios de las aguas, que aprisiona entre sus manos la vida del mar. Obra realizada en mármol travertino de los Andes, se encuentra ubicada en el lateral de la Proa sobre calle Santa Fe.
Río Paraná: José Fioravanti concibió y plasmó en la piedra ésta monumental materialización del ancho río que con su vigorosa mansedumbre fecunda la planicie que lo acompaña y espera con serenidad los barcos que lo surcarán.
Ángel Guido, obsesionado por la identidad cultural
Nació en la ciudad de Rosario en 1896. Fue arquitecto, ingeniero, urbanista e Sus obras no solo se desplegaron en el marco nacional, sino que traspasaron las fronteras al igual que su nombre.Se caracteriza por un estilo neoclásico cuya impronta puede valorarse en la mayoría de sus trabajos, en los que se aprecia una fusión hispanoindígena fruto de la arquitectura colonial y tintes nacionalistas, producto de su continua búsqueda por afirmar una identidad cultural.
La obra máxima de su carrera fue la proyección y construcción del Monumento a la Bandera, junto a Bustillo, que luego continuará solo.
En Rosario también se pueden apreciar otras de sus construcciones: el museo histórico provincial Julio Marc, la Casa Fracassi frente a la Plaza Sarmiento y en gran medida hoy ocupado por un comercio multiventas, y la sede del Club Gimnasia y Esgrima. También estuvo a cargo de los planos del Correo Central de la ciudad, proyecto que debido a sus ambiciones no llegó a concretar.
Alfredo Bigatti, contertulio de Marechal en París
Escultor, medallista y artista visual argentino, cuyas obras más importantes están el Monumento a la Bandera. Nació en Buenos Aires en 1898. Bigatti fue estudiante y profesor en la Academia de Bellas Artes. Durante el periodo comprendido entre 1924 y 1928 comenzó a viajar por diferentes países de Europa, incluyendo una estancia en París, donde fue alumno de Antoine Bourdelle y se reunió con otros artistas argentinos, como el poeta Leopoldo Marechal –el mismo año en que iniciaba su novela fundacional Adán Buenosayres– y el pintor Aquiles Badi.
Tras su regreso a la Argentina, continuó con la docencia.
José Fioravanti, cliente de Marcelo Alvear
Escultor autodidacta, expuso sus obras en Argentina y en Europa. Colaboró con diversas esculturas del exterior del Monumento.
Fioravanti se formó en los talleres de escultura de Buenos Aires. En 1919 obtuvo su primer premio. Pronto viajó a Europa, donde expuso en varios países.
El presidente radical Marcelo Torcuato de Alvear le encomendó la realización de decoraciones escultóricas en el vestíbulo de la Casa Rosada. Pronto su obra se haría prolífica y variada.