Por Alejandra Rodenas / Vicegobernadora de Santa Fe
Pensar la violencia patriarcal moviliza y conmueve. Porque es una problemática presente con profunda raigambre en el pasado. ¿No miramos con otros ojos a las primeras feministas del siglo XX? Y más acá ¿nos siguen dando lo mismo las evocaciones de figuras familiares a quienes hoy nos atrevemos a mirar de otro modo?
Cuando revisamos estereotipos, nos revisamos a nosotras mismas, a nuestro linaje, a lo que hemos dicho y a lo que no. De eso se trata la deconstrucción.
Ningún proceso de emancipación es pacífico o exento de tensiones. Pero no podemos permitir la continuidad de muertes evitables.
La cultura patriarcal es esa cruel manera de decirnos que nuestros cuerpos pueden ser mutilados y nuestras voces silenciadas.
Por eso hoy una nueva movilización sacude las calles de nuestro país exigiendo justicia por el femicidio de Úrsula Bahillo. Pero también es un llamado de atención a TODOS los operadores de un sistema penal que exhibe carencias inadmisibles a pesar de los esfuerzos de muchos y muchas que buscan cambiarlo desde adentro.
Cuando asumimos la gestión de @gobsantafe, creamos la Secretaría de @igualdadygenerosantafe. Además abrimos el curso de capacitación obligatoria en perspectiva de género a todos los aspirantes a cargos judiciales.
Mi preocupación siempre estuvo presente, como jueza, como legisladora y hoy como vicegobernadora de Santa Fe. En ese sentido, me genera esperanza que los futuros agentes judiciales se incorporen a la Justicia con una mirada de género.
Pero el hoy también es urgente. Por eso, una Reforma Judicial Feminista debe abarcar una mirada más amplia y efectiva.
No se trata ya de cómo resolver un caso aislado. Se trata de reformular un modelo de enjuiciamiento penal. Se trata de TRANSFORMAR el sistema jurídico para que, desde una perspectiva de género, garantice igualdad a todos y todas.
Se trata del ANTES, del DURANTE y del DESPUÉS de la violencia.
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