La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) alertó sobre el aumento en el uso de cigarrillos electrónicos entre adolescentes. Aseguran que no son inofensivos y pueden generar adicción y otros daños a la salud.
La SAP emitió un comunicado en el que advierte sobre los efectos nocivos de los vapeadores. Señalan que estos dispositivos contienen nicotina y otras sustancias que pueden ser igual o más perjudiciales que los cigarrillos convencionales.
En el texto, la entidad expresó su preocupación por la facilidad con la que se accede a estos productos, a pesar de que su venta no está permitida en el país. Destacaron que muchos jóvenes creen, erróneamente, que vapear implica menos riesgos.
La solución utilizada en estos dispositivos puede incluir saborizantes, propilenglicol, diacetilo, glicerina vegetal, formaldehído y otros compuestos peligrosos. Algunos de ellos no están testeados para ser inhalados.
Desde la SAP también remarcaron que, al estar prohibida su venta y distribución, no se conoce con precisión la procedencia ni el proceso de fabricación. Sin embargo, los dispositivos se comercializan libremente a través de internet.
El comunicado también apunta contra las estrategias de marketing dirigidas a adolescentes. Según datos de una encuesta nacional estadounidense, en 2023 más de dos millones de jóvenes consumían cigarrillos electrónicos. El diseño de los productos, sus sabores y envases buscan captar su atención.
En la Argentina, la última encuesta nacional de 2018 señalaba que el 7% de los adolescentes usaban estos dispositivos. Ese número subió al 8% en una medición realizada en 2023 entre estudiantes de escuelas públicas de la ciudad de Buenos Aires.
Los profesionales advierten que los efectos del vapeo en adolescentes pueden incluir tos, mareos, náuseas, dolores de cabeza y silbidos al respirar. También señalan que la adicción puede desarrollarse más rápido que con el cigarrillo tradicional debido a la concentración de nicotina.
La SAP alertó además sobre la venta de líquidos que contienen CBD y THC, sustancias derivadas del cannabis. Su consumo puede afectar la memoria, el estado de ánimo, el rendimiento académico y favorecer el desarrollo de trastornos emocionales y adicciones.
El organismo subrayó que muchos adolescentes comparten el vapeo como forma de integrarse a un grupo o para manejar la ansiedad. Por eso, consideraron esencial comenzar a trabajar en la prevención desde edades tempranas, mediante información clara y campañas educativas.
Este jueves, la entidad realizará un webinar abierto para brindar datos actualizados, advertir sobre los riesgos y compartir estrategias de prevención.