El Banco Central de la República Argentina (BCRA) implementó una nueva medida que permite a los bancos aceptar depósitos en moneda extranjera que incluyan billetes deteriorados o de emisiones que, aunque aún circulan, han dejado de ser lanzados al mercado. Esta normativa, que tiene vigencia hasta el 31 de diciembre, incluye la posibilidad de utilizar dólares de «cara chica».
Según la política del gobierno de Estados Unidos, todos los billetes en circulación, independientemente de su fecha de emisión, deberían conservar su valor nominal. Sin embargo, las autoridades estadounidenses reconocen que el valor de un billete puede depender de su diseño, lo que provoca diferencias en la cotización en distintos países.
En Argentina, a pesar de que el valor del dólar «cara chica» debería ser equivalente al de su versión «cabeza grande», la mayoría de los comercios y transacciones privadas prefieren la segunda opción. De hecho, al intercambiar dólares «cara chica», se suele recibir un valor entre uno y cinco por ciento menor al del «cabeza grande».
En otro contexto, a mediados de agosto emergió un nuevo tipo de cambio en Argentina vinculado al sector supermercadista: el dólar Diarco, nombrado así en honor a la cadena mayorista. Este tipo de cambio ofrece una cotización superior a la del dólar blue, buscando «valorizar el dinero de sus clientes» y ofreciendo una tasa competitiva.
Las operaciones con el dólar Diarco están disponibles para compras que igualen o superen el monto en dólares que el cliente desea adquirir. En caso de que el total de la compra exceda el monto en pesos resultante de la conversión, el cliente deberá abonar la diferencia en pesos.