Un hombre de 29 años fue detenido a plena luz del día cuando intentaba abusar de una niña de 13, a la que atacó en la calle y llevó hasta un descampado ubicado en las vías de calle Sarmiento entre Gálvez y Virasoro. Los gritos que efectuó la menor mientras era conducida a un yuyal alertaron a un automovilista que pasaba y que dio aviso a la Policía sobre un caso de violencia doméstica. Pero cuando el Comando Radioeléctrico llegó se encontró con un espectáculo estremecedor: una clara situación de abuso que los uniformados lograron frustrar por su rápida intervención.
La identificación del detenido reveló otro dato espeluznante. Era buscado desde abril pasado por una denuncia que radicó su esposa luego de que un cuñado lo sorprendiera in fraganti cuando intentaba abusar de su propia hija de dos años. Alrededor de 20 antecedentes penales en la última década completan el prontuario de Francisco Nicolás O., de 29.
Poco antes del mediodía de ayer una niña de 13 años volvía a su casa, luego de pasar la noche en lo de una tía que vive a pocas cuadras de su domicilio, dijeron fuentes policiales.
Cuando la nena pasaba por Mitre y Virasoro fue sorprendida por el hombre, que la obligó a caminar varios metros hasta calle Sarmiento amenazándola con un revólver calibre 22. Luego se sumergió unos 30 metros en el interior de las vías, hasta detenerse en un montículo de yuyos adonde intentó cometer el abuso.
Los constantes gritos de la niña llamaron la atención de un automovilista que dio aviso al 911 sobre un presunto caso de violencia familiar en la vía pública, según los voceros.
En pocos minutos los efectivos llegaron al lugar y, guiados por algunos vecinos que también habían escuchado alaridos, lograron evitar lo peor.
De todas formas, fuentes de la pesquisa dijeron que los dos tenían los pantalones bajos y que la situación fue muy traumática para la niña. En el lugar también secuestraron el arma, que no estaba cargada.
El hombre quedó imputado por el delito de tentativa de abuso simple, ya que no alcanzó a consumar el abuso con acceso carnal.
La familia de la menor instó la acción penal por lo acaecido aunque su madre hizo comentarios de gran humanidad hacia el detenido, pese a la gravedad del delito. “Hay que ayudarlo porque el enfermo es él”, dijo la mujer de profesión psiquiatra en sede policial. Asimismo, fuentes allegadas a la investigación indicaron que la mujer manifestó su voluntad de involucrarse en la asistencia del detenido.
Mariel Arévalo, a cargo del Centro de Asistencia a la Víctima de los Delitos Sexuales, dijo que gracias a los gritos insistentes de la menor y la rápida llegada de la Policía se evitó lo peor. Asimismo, indicó que para optimizar la atención de la niña se realizaron todas las diligencias en un mismo espacio físico.
El hecho ocurrió en jurisdicción de la seccional 5ª, a cargo de Silvio Marciani, y de la inspección 3ª, bajo la órbita de Néstor Cabrera. Ambos ofrecieron durante la tarde de ayer una conferencia de prensa en la que brindaron detalles del hecho.
El detenido quedó alojado en la seccional 10ª hasta el miércoles próximo, que será indagado por la jueza de instrucción Raquel Cosgaya, quien investiga la denuncia de abril pasado, y por Roxana Bernandelli, sobre quien recayó el hecho de ayer.