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Quedó embarazada por aberrantes abusos de su padre: «No sé si tuve una hermana o una hija»

Este martes comenzó el juicio oral al hombre de 46 años de Capitán Bermúdez acusado de abusar sexualmente de su propia hija durante 13 años. Testigos coincidieron en que la obligó a mentir sobre el embarazo para evitar que se descubriese la verdad. Piden 30 años de cárcel.

Se enteró que estaba embarazada como consecuencia de los sistemáticos abusos de su padre y pensó en quitarse la vida. Pero no se animó a tomar esas pastillas. Ya cursaba 32 semanas de gestación y cuando la niña nació a finales de agosto de 2019, tuvo sentimientos encontrados. “La vi una sola vez, para hacerle los papeles para el DNI. Y fue muy duro. Yo me preguntaba si había tenido una hermana o una hija”, expresó la chica de Capitán Bermúdez abusada durante 13 años por su progenitor, en un desgarrador relato ofrecido este martes en la audiencia de apertura del juicio seguido a Enrique Ricardo Juan P., de 46 años, en los Tribunales de San Lorenzo.

Al acusado por el que Fiscalía pidió 30 años de cárcel recién le quitaron las esposas cuando lo requirió su abogado defensor. Llevaba entre sus manos temblorosas un cuadernito color turquesa en donde hizo anotaciones durante casi toda la audiencia. La hija, la víctima en este aberrante caso de abuso sexual, prestó testimonio con una condición ante el tribunal compuesto por los jueces Griselda Strólogo, Jesús Rizzardi y Eugenio Romanini. Que trasladaran a su padre de la sala de audiencias hasta una oficina contigua para no sentir la presión de la mirada intimidatoria durante su declaración.

Entonces la víctima contó los hechos ocurridos entre 2006 y 2019, en la casa que compartía con cuatro hermanos y con sus padres en Capitán Bermúdez. Aseguró que fue abusada por su progenitor desde que tenía 8 años y que la última vez que intentó hacerlo fue el 20 de julio de 2019.

Según la investigación del fiscal Juan Ledesma, ella se resistió y el padre la golpeó en el rostro, provocándole un hematoma en el ojo y heridas sangrantes en la boca. Cuando la madre volvió de trabajar del Hospital Provincial, el agresor la obligó a decir que se había golpeado con un cerámico que se desprendió del baño, que estaba en remodelación.

Una tarde que ella acompañó a Enrique y a su madre a comprar accesorios y artículos para las obras que hacían en la casa, la víctima contó que estaba embarazada pero no a causa de los vejámenes a los que era sometida por parte de su padre.

“Decime quién fue el hijo de puta que te hizo esto”, disimuló el sindicado abusador, que ya estaba enterado de la situación y que le había dicho lo que tenía que decir.

En la audiencia de apertura del juicio, dos testimonios coincidieron en que la obligó a mentirle a la madre de que había quedado embarazada de un tal Javier, compañero de la facultad que vivía en Victoria, sin redes sociales y quien se había mostrado desinteresado de asumir la paternidad, al punto de bloquearla del celular.

Padre “celoso y agresivo”, como lo describieron sus familiares, aquella vez no hubo cachetazos ni trompadas. “Me llamó la atención porque lo noté muy tranquilo el día que le dijo que estaba embarazada”, reconoció uno de los hermanos de la víctima que declaró como testigo.

Esa versión de que ella había quedado embarazada producto de una relación con un tal Javier despertó sospechas en la madre y en el hermano mayor. Una mañana, cuando madre e hija salieron temprano en colectivo para hacer el primer control obstétrico en el Hospital Provincial de Rosario, la víctima se quebró. Ya no podía sostener la mentira que le había inducido a decir su padre abusador. La madre insistió en conocer datos del tal Javier que no quería hacerse cargo del embarazo de su hija y allí se descubrió la verdad.

Luego de que una ecografía determinara que la chica cursaba por un embarazo de 32 semanas de gestación, realizaron la denuncia penal en Fiscalía de San Lorenzo y ese mismo 25 de julio de 2019 detuvieron a Enrique Ricardo Juan P. en la puerta de su casa en Capitán Bermúdez.

A finales de agosto de 2019 nació la niña y luego quedó bajo la tutela de una familia adoptiva. Según el fiscal Ledesma, las pruebas genéticas realizadas a la víctima, al abusador y a la recién nacida determinaron que es hija de su propio abuelo.

Ella intentó decir la verdad cuando era adolescente. Pero su padre la amenazó de muerte. “A los 14 años reventé y le dije que iba a hablar. Entonces agarró un cuchillo de la cocina y amenazó con matarme a mí, a mi mamá y a mis hermanos. Que él no iba a ir preso”, manifestó la víctima.

En la audiencia de juicio que comenzó a celebrarse en Tribunales de San Lorenzo, el fiscal Ledesma ratificó el pedido de 30 años de prisión efectiva para Enrique Ricardo Juan P. por abusar sexualmente de su hija desde que tenía 8 hasta los 21 años, habiéndola dejado embarazada.

En los alegatos de apertura del debate, la Fiscalía le atribuyó los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal doblemente agravado y lesiones leves calificadas.

Familiares que pasaron como testigos por la audiencia de apertura del juicio coincidieron en que Enrique P. se mostraba como un hombre “celoso y agresivo” para con su hija. Iba a buscarla a la escuela secundaria hasta cuando cursaba sexto año. “Si hablaba con alguien reaccionaba a trompadas o me decía que era una puta. No salía ni siquiera a tomar mates con mis amigas. Tenía el control de mi teléfono y hasta de mis redes sociales. Abrí una academia de folclore y se anotó como alumno”, expresó la víctima.

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