El hombre detenido en Uruguay por el crimen de la adolescente argentina Lola Chomnalez fue dejado en libertad tras ser indagado por la Justicia. «No conocía a nadie, soy pescador y vivo bien, tranquilo», afirmó este hombre, de barba y unos 35 años, al canal TN en momentos en que era ingresado al despacho de la jueza a cargo de la causa, Marcela López, en los tribunales del departamento de Rocha, Uruguay.
El pescador arribó al lugar a las 12.45 (hora local), esposado, con una remera tipo chomba y custodiado por un policía, y manifestó que estaba detenido porque, según él, los investigadores «están buscando un chivo expiatorio».
El hombre también alcanzó a decir que al momento de la desaparición de la adolescente argentina él se encontraba en su domicilio. «Tengo hijos, familia, estaba en mi casa», indicó brevemente mientras ingresaba a la sede judicial de la que se retiró minutos después de las 17 y por sus propios medios tras prestar declaración.
«Estoy en libertad, libre, limpio, tranquilo», indicó a la prensa el pescador antes de abordar el auto particular en el que abandonó el lugar con una capucha que cubría su cabeza y parte del rostro y acompañado de una mujer.
Es que según las fuentes citadas por los diarios uruguayos El País y El Observador y el sitio de noticias Subrayado, tras indagarlo, la jueza López decidió liberar al pescador al igual que las otras personas a las que les tomó declaración hoy.
Por su parte, Gustavo Bordes, uno de los abogados de la madrina de Lola, Claudia Fernández; y de la pareja de ésta, Hernán Tuzinkevich; dijo que para él ya quedó descartada la pista que apuntaba al entorno familiar.
«Estadísticamente, la Policía lo primero que busca es el entorno familiar. Y como hubo alguna discordancia en las declaraciones entre Hernán y el hijo de él, esa línea la tenía que investigar. Y no me parece mal que la hayan investigado», opinó el letrado.
Bordes cree que «la familia ya no va a ser investigada» ya que van a aportar al expediente «una serie de fotografías que prueban que Lola estaba con vida el domingo a la mañana».
«Y eso confirma absolutamente todo lo de las declaraciones que han hecho ellos (por la pareja y el hijo del hombre)», afirmó Bordes, quien se excusó de indicar hacia dónde tendrían que apuntar ahora los pesquisas.
A su turno, Jorge Barrera, abogado de la familia de Lola, dijo al retirarse del juzgado: «Es importante tener las pericias» para poder «llegar a la verdad».
Al respecto, los investigadores aguardan los resultados de una serie de peritajes, entre ellos, los análisis de ADN y de los teléfonos celulares de Lola y de otras personas interrogadas, entre ellas, su madrina, la pareja de la mujer y el hijo adolescente de éste.
Estas tres personas declararon ante la Justicia que vieron a la Lola por última vez el domingo después de almorzar cuando la víctima les dijo que se iba a caminar por la playa, aunque algunos testigos luego pusieron en duda esa versión y no descartaron que la desaparición se haya producido el sábado por la noche.
Sobre esa cuestión, el abogado Barreda contó que la noche del sábado la adolescente asistió con ellos a un toque de tambores en la plaza de Valizas, por lo que una de las líneas de investigación que se maneja es que allí pudo ser vista por alguien que luego la atacó.
El cadáver de Lola Chomnalez (15) fue encontrado la tarde del martes pasado semienterrado en unos médanos cercanos a la playa de Valizas y de acuerdo a los forenses la adolescente murió por asfixia por sofocación y presentaba algunos cortes en distintas partes del cuerpo.
Luego de haber sido a una serie de estudios en la ciudad de Montevideo, los restos de la adolescente fueron remitidos ayer a esta Capital Federal donde por la tarde los inhumaron en el cementerio del barrio porteño de Recoleta.
